Carmen Boza, cantante y 'crowdfunder': "He conseguido hacer lo que quiero como quiero"

Irene Nadal/Fotos: Marcos Iñiguez 18/06/2015 19:43

En mayo de 2014 termina tu campaña de 'crowdfunding' y empieza a gestarse 'La Mansión de los Espejos' hasta hoy mismo, ¿cómo nace la idea de este proyecto?

Yo vengo haciendo canciones desde 2009 y colgando todo en youtube. Entonces ha sido un poco por evolución natural el llegar al punto al que quería llegar, que era grabar mi primer disco de estudio pero bien, a conciencia. Todo lo demás fue un viaje hasta que llegó un momento que tenía las canciones y la gente y había pensado en el crowfunding para financiar el disco. Cuando tienes las cosas tan claras lo único que te falta es una chispita de valor que te diga 'venga, vamos'.

Arrancaste con tu campaña con algo muy claro: 'tengo un plan: hacer lo que quiero, como yo quiero', ¿en qué medida se ha cumplido? ¿Qué quería y quiere conseguir Boza con su música?

Lo he conseguido hasta el punto último. Las canciones, la música, la gente y el estudio, he hecho un poco lo que me ha dado la gana. Con este disco, he sentado un poco las bases del camino que quiero conseguir formando un equipo de gente poco a poco para llegar a tener una carrera larga en la música, con un desarrollo más o menos coherente o no, luego la gente juzga en su casa. Para mí lo más importante es seguir haciendo música siempre.

Vender una guitarra para ir a vivir a Granada, aporrear una bañera para acompañar los golpes de tu single,... ¿Esto también son crímenes pasionales?

Tenía una guitarra que compré por Ebay y me dije “esta guitarra es de puta madre pero es muy cara, podría venderla y comprarme una más barata y así irme a Granada…”. Pero al final no me salió nada bien porque efectivamente vendí la guitarra y me fui a Granada pero al mes y poco me tuve que volver porque no encontraba trabajo y se me gastó el dinero. Al final estas cosas responden al momento, a sacarte las castañas del fuego. Y luego estaba grabando una maqueta, no tenía percusión, vi que la bañera del baño no sonaba mal y pensé que tenía un poco de gracia con los azulejos. Son como anécdotas, tatuajes que se van quedando.

¿Qué hacía Carmen antes de la música?

Compaginaba la música con currillos de fines de semana en bares. Pero antes de eso, yo era diseñadora gráfica en una empresa de videojuegos que estaba muy guay también pero llegó un momento en el que me costaba mucho compatibilizar el horario de oficina con conciertos que me iban saliendo. Aguanté alrededor de un año pero al final me dije “me arriesgo y si no funciona me vuelvo a casa”. No vendí la guitarra pero más o menos. (Ríe)

Como dices en tu canción, 'El mayordomo no siempre es el asesino', ¿Qué hay detrás de la 'Mansión de los Espejos'?

Es como cuando ibas a las casas de los espejos de las ferias. Eras tú, la misma cara, la misma ropa pero a veces gorda, a veces flaca… Cada una de las canciones son versiones distintas y adulteradas de mí: unas amorfas, otras esbeltas y bellas, otras prístinas y otras muy deformes, que pueden proyectar una imagen agria y fea de lo que soy. Pero es que al final todas esas cosas soy yo y creo también que esa suma somos todos, con nuestros momentos brillantes o nuestros momentos terribles.

¿Al final 'la culpa la calma el castigo'?

Totalmente. Es esa sensación de que has hecho algo fatal y al final es peor que te perdonen a que te digan que te mereces lo que te está pasando. Porque si es así sientes que de alguna manera estás pagando por lo que has hecho. Pero si le haces una putada a alguien y te perdona, es como que eres la mierda más gorda del universo. La culpa no se calma con eso.

¿Cómo es la Carmen Boza que se baja del escenario y cuelga su guitarra?

No es una persona normal, decir lo contrario le quita glamour. (Ríe) No, soy una persona muy normal. Es muy fácil que se mimetice el personaje con la persona y seas un niño prodigio como Joselito o Marisol toda la vida. Yo canto cuando me subo a un escenario, o cuando hago canciones que me hacen sentir bien pero el resto del tiempo hago lo que me hace disfrutar: ver a otra gente haciendo música, dar un paseo…

Tuviste una estrecha relación con tus mecenas y ahora con tus 14000 seguidores en redes, ¿con qué objetivo usas Facebook o Instagram?

Con las redes sociales es muy fácil abstraerse de la persona que tú eres en privado de la que realmente publicas. La foto es lo que yo creo que ayuda a que se identifiquen o no contigo y lo que hace que luego a lo mejor con tanta música que hay, ese sea el detalle que cree un interés mayor para que elijan la tuya. Así que las utilizo como puedo, con un cuchillo entre los dientes (ríe)

¿Qué o quién te inspira musicalmente hablando?

Escucho cualquier cosa que me emociona y soy capaz de entrar en un bucle super obseso de cosas muy diferentes. Además ahora he decidido prescindir de la tele y solo tengo libros y discos. Estoy intentando encontrarle el punto al folklore latinoamericano. Ritmicamente es muy rico y potente y compartimos algo tan básico como es el lenguaje, así que nos entendemos mucho mejor de lo que podríamos entendernos con Rihanna.

¿Qué o quién te inspira generalmente hablando?

En realidad todo. A lo mejor es un tópico, pero lo más importante para mí es no perder la capacidad para poder emocionarte con todo lo que te rodea. Hay que intentar preservar esa parte virgen porque si no te sorprende nada, estás perdida. Nunca te vas a enamorar como la primera vez, que es algo que ya sabemos, pero... ¡vamos a darle una vuelta para que tenga una pizca de gracia!

Conseguir ese 'ascenso', ese 'fenómeno Boza' al margen de las discográficas con la pirateria y los problemas para vender formatos físicos, ¿lo consideras una batalla ganada?

Son pequeñas victorias, aunque si lo entendemos como que alguien pierde, no necesariamente porque yo no estoy luchando contra el sistema ni contra nadie. Pero si contra el peso aplastante de la realidad, que cada vez es mucho más difícil para la clase media en general. Parece que o lo petas mucho o estás condenando a que la música sea tu hobbie. Todos los movimientos como el crowfunding que estrecha relaciones entre artistas y público son pequeñas victorias, son pasitos hacia adelante.

Tras los dos bolos en la sala Sol comentabas en tu Instagram tu vestuario elegido comparando la ‘erótica del escenario’ y la ‘ropa de escenario’. ¿En qué te fijas o qué estilo sigues para vestirte para el resto de ellos?

Es la erótica del artista, del 'me lo follaba'. Al final ese magnetismo es un 'baile' o un 'cortejo', todo suma a la imagen. Yo todavía estoy definiéndolo, es muy importante sentirte sexy y estar segura. Cuento con la ayuda de un par de estilistas que son 'SoundSisters', que hacen vestuario para bandas de música y cada vez que tengo un concierto les pregunto. Al final creo que depende de cada momento, de cómo te sientes o del lugar.

¿Qué le espera a Boza a partir de ahora?

Yo quiero seguir girando y girando, tocando mejor, escribiendo canciones, seguir inspirándome y pronto, a poder ser en menos de año y medio, poder grabar el segundo disco. Ya he hecho canciones y ahora tengo que hacer mejores canciones. Si se me diera genial otra cosa como cocinar pues a lo mejor me presentaría a 'Master Chef' pero como no… Aunque tampoco me he presentado a 'La Voz'. (ríe)