Sabina, Carmela Oliart, María Ballesteros y Félix Tusell presentan el corto ‘Epitafios’

Esther L.Calderón/Fotos: Javier Cortés 22/05/2014 13:54

Después de conseguir el dinero, los actores y coordinar toda la producción, convencer a Sabina para que regalara una canción fue sencillo. Él es de pluma fácil y no se resiste a la poesía. En 'Epitafios' hay muerte y hay polvo, pero es polvo enamorado. Sabina ya es fan. Divinity, también.

[[QUOTE1: Sabina: Adela es el nombre de la abuela del corto y el de mi madre, la abuela de Carmela]]

¿Reconoces a las personas de la foto? Seguro que a Sabina sí, pero no es el único importante. Le está mirando Carmela M. Oliart, la productora del corto y su nueva jefa. En medio está María Ballesteros, la creadora del guión. Y el de gafas es Félix Tusell, nieto del fundador de Estela Films.

'Epitafios' ha sido una aventura muy especial para los cuatro. Cada detalle ha sido construido con mimo, con ilusión. Y se nota en el resultado. Todo surgió cuando falleció la abuela de María Ballesteros y la actriz se puso a escribir para "no perderla del todo", según nos cuenta. Luego mostró el guión a Carmela y a Félix, que buscaban una buena historia con la que revitalizar Estela Films, la productora en activo más antigua de España que ya trabajó con Berlanga, Fernán Gómez o Camus.

El argumento les encantó y se pusieron manos a la obra para conseguir el dinero que haría posible el corto. Ésa fue la parte más difícil. Recurrieron al crowdfunding, . Más tarde, Canal+ se interesó por emitirlo y ya ha participado en el Festival de Medina del Campo y está a punto del de Huesca, antesala de los Goya.

[[QUOTE1: Carmela: Me enloquece mover los hilos de los títeres, soy una mandona desde pequeña y por la producción siento pasión]]

"Mi madre murió justo el verano antes de leer el guión de María y me llegó mucho la historia. Mi hermana Ana ha hecho la dirección de arte, mi hermana Emma la parte de montaje, Rocío, la hermana de Carmela, también nos ha echado una mano, y su madre Isabel, y su abuelo… Todo lo hemos hecho desde el estómago", explica Félix, y mira a Carmela, que le devuelve la sonrisa.

Son amigos desde el colegio, tienen mucha complicidad y aman la producción. Por ello han decidido unirse y hacer funcionar de nuevo todo el engranaje de la productora, que llegó a ganar un Goya y un Oso de Berlín en los sesenta pero que llevaba unos años en 'pause'. Hasta 'Epitafios'. Su idea es mantener el amor al buen cine, pero traen aires nuevos. Ya intuyó Sabina que este momento de independencia llegaría cuando escribió hace casi una década el tema 'Ay Carmela', donde le aconsejaba "seguir sola su camino" para ser feliz.

Ella ha recogido el guante... y lo ha ajustado a sus propias medidas. "Desde pequeña vi a mi madre [Isabel Oliart] organizando esto y lo otro y ese mundo siempre me ha interesado mucho. Hubo una época fallida en la que quise ser actriz, pero enseguida me di cuenta de que mi sitio estaba detrás. Es donde yo me siento cómoda y puedo aportar algo. Ese es mi lugar en el mundo. Me enloquece mover los hilos de los títeres, soy una mandona desde pequeña y por la producción siento una auténtica pasión", nos explica Carmela, que ha estudiado un máster en la materia y cuyo novio ha sido uno de los cámaras del corto. Mueve las manos para apoyar lo que dice y mira a los ojos. Cuando los números comenzaron a cuadrar, encargó a su padre la banda sonora. Entonces fue cuando Sabina, maestro a la hora de dotar de alma a las cosas, compuso la canción 'Dicen que lo dijo Adela'.

[[QUOTE1: Sabina: Me ha gustado mucho trabajar con Carmela, ¡aunque manda mucho!]]

Le preguntamos a Sabina cómo se vive el hecho de que tu hija sea de pronto la jefa. Descubrir las aristas de su faceta profesional. Ponerse a sus órdenes. "Me ha gustado mucho trabajar con Carmela, ¡aunque manda mucho! Y me da mucho gusto ver cómo su primer trabajo ha dado como resultado este corto tan emocionante", nos explica el cantante, inmerso estos días en la grabación de nuevos temas y en superar una gripe traicionera. También dibujó una lámina inspirada en una foto de la abuela de María, que fue subastada al mejor postor. Y cedió varios bombines que ayudaron a financiarlo. "¡Es que me enamoré del corto al instante! Además, Adela, el nombre de la abuela de María, es también el de mi madre", asegura este canalla del soneto. Con todo, nos consta que ha abordado el proyecto desde una distancia prudencial, para aportar sin hacer sombra.

Carmela también tiene respeto a ese complejo equilibrio entre lo público y lo privado. Nos repite que toda la familia ha ayudado en el proceso "como haría cualquier clan", pero puntualiza que no le gustaría que mediáticamente se viese solo como la 'hija de', una etiqueta que podría quitar peso específico al corto de María Ballesteros. "Este proyecto es importante, esta profesión es mi vida. Llevamos meses con ello, desde que María nos enseñó el guión y nos encantó, siento que Félix y yo nos hemos hecho 'mayores' al conseguir llevar a buen puerto 'Epitafios'. Él sabe más de producción ejecutiva y yo de producción de campo, con lo cual, además de casi hermanos, somos muy complementarios”, explica.

La cosa va en serio. Tanto es así que ya preparan su primer largo. "Carmela ha madurado mucho desde que forma parte de Estela Films. Con Félix Tusell hacen un tándem muy compenetrado en el trabajo. La ilusión es lo que los mueve y esto los hace crecer como equipo", apunta Sabina, que acaba de cumplir los 65 años.

[[QUOTE1: Ballesteros: Todo ese universo hecho poesía… Joaquín le ha dado una trascendencia a todo increíble]]

"¡La canción de Joaquín ha hecho llorar a mares a toda mi familia! En realidad nos hizo tres temas. En el primero, precioso, reflexionaba sobre la vejez y la muerte, aunque no tenía mucha conexión con el corto. Nos encantó, pero quiso seguir afinando. Le mandé fotos de mi abuela saliendo de la ducha, jugando con pistolas de juguete… con eso hizo otra canción sobre ella. Le dijimos que perfecto y maravilloso y que era lo más. Pero no debió de quedarse tranquilo y nos hizo la tercera y definitiva, en la que mete alguna acotación del guión, frases del corto como 'ese señor que vivía en el salón', que fue mi abuelo. Está hecha con mucho mimo y se lo agradezco en el alma. ¡Le prefiero a él que a Bob Dylan! Todo ese universo hecho poesía… Joaquín le ha dado una trascendencia a todo increíble", explica entusiasmada María.

¿Pero de qué va 'Epitafios'? Su autora nos lo explica: "Es una historia muy vitalista, aunque parta de una muerte. Habla de que la felicidad está en esos momentos en los que te das cuenta de que estás siendo feliz. Y de que la muerte es insoportable si no sacas una lección de ahí. Comencé el guión a los pocos días de morir mi abuela, que fue como una madre, y fue una necesidad de recuperar su esencia, su legado… y dejarlo vivo en este mundo. 'Epitafios' ha hecho que ella no se fuera del todo". Ballesteros es conocida por papeles en 'Juana La Loca', de Vicente Aranda, o 'Princesas', de Fernando León de Aranoa, quien también aportó en este proyecto ofreciéndose a escribir epitafios personalizados a quien 'sumase' a la causa. "Hubo también una mecenas anónima que nos dio 1.000 euros", añade Carmela, "le quisimos dar las gracias y resultó ser una profesora de instituto que no conocíamos y a quien le entusiasmó el guión".

Arturo Valls, Teresa Lozano, Silvia Marty, Francesco Carril y Teo Planell encarnan en la pantalla esta historia, en la que la protagonista, interpretada por Natalia Mateo, vuelve a su pueblo tras la muerte de su madre. Allí se reunirá con sus hermanos y, juntos, tendrán que pensar en un epitafio. ¿Qué hubiera querido mamá? ¿Cómo resumir toda una vida en apenas un renglón? Todas estas preguntas les llevarán al verano anterior, un tiempo luminoso, en el que su madre ya dejó dicha su frase para la eternidad en de una conversación aparentemente intrascendente. Recordarla o no se convierte en una clave, en un símbolo.

Otro de los elementos importantes del corto es la casa familiar, un personaje más. Para conseguir el escenario perfecto utilizaron dos ubicaciones. Algunos planos del hogar real de la familia de María Ballesteros y la mayoría en el pequeño cortijo que la familia de la madre de Carmela tiene en Extremadura. Para ponerlo todo a punto, tuvieron que derribar un pequeño muro y el equipo de arte hizo casi una mudanza completa.

[[QUOTE1: Ballesteros: ¡La canción de Joaquín ha hecho llorar a mares a toda mi familia!]]

"Hay tres objetos que cobraron especial relevancia en el rodaje. El primero el calendario, que se quedó congelado cuando se murió mi abuela y nadie se atrevió a quitarlo. A mí me conmueve muchísimo cada vez que lo veo. También una foto encima de la mesa de la chimenea de mi bisabuela. La ves en los planos del verano y es una foto ligera… pero en los planos de inviernos de repente tiene todo el peso generacional encima. Y también está una gallina pequeñita que es un reloj de cocina. La directora de arte, la hermana de Félix, la cogió de la cocina de Sabina de Madrid, con su permiso, claro. Se colocó en un puesto de honor y casi en la mascota del rodaje", explica Ballesteros. "¡Junto con mi perro, que se recorrió todas las localizaciones!", añade Félix.

Le preguntamos a Joaquín, metidos 'en canción', si le han devuelto la gallina. Se parte de risa desde su hogar de Tirso de Molina ("Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal /¿dónde queda tu oficina para irte a buscar") por donde han pasado decenas de artistas y músicos, todos compadres de juergas. "No me fijo en esas cosas y ella sabe que puede llevarse la casa si hace falta. Seguro que todo está en su sitio ya", dice divertido. Él es más de crear mundo invisibles con palabras, de Adela, "una abuelita revoltosa" con "perenne bañador rojo", su "Peggy AQUÍ el podcast del tema donde puedes escucharlo.

'Dicen que lo dijo Adela':

Camisero de hilo beige,

arregladita y discreta,

corazón de oro de ley,

tricornios en la cuneta.

Trasegando en la cocina

debajo del fregadero,

capeando el aguacero

con su corona de espinas.

Con el puchero en la lumbre

no sabe que preguntar

por la falta de costumbre,

de costumbre de abrazar.

Baldosa hidráulica rosa,

cañerías que gotean,

abuelita revoltosa,

limpia, ni guapa ni fea.

Quien sabe si fue feliz.

Si tuvo amor, sombras,

celos, no se cambió la nariz

ni la permanén del pelo.

Perenne bañador rojo,

pamela amarillo tierra

y una niñez con piojos,

escarlatina y posguerra.

Rastrojos de aquel señor

tan familiar, tan ajeno,

que vivía en el salón,

y no era malo ni bueno.

TODO SOBRE LA NUEVA CANCIÓN DE SABINA PARA 'EPITAFIOS'

TODAS LAS FOTOS DEL EQUIPO DE EPITAFIOS

Mitele.es estrena en exclusiva el 'making of' de 'Epitafios'

Sabina y el equipo han presentado el corto y su canción en Morninglory, nuestra radio online: pincha AQUÍ con el botón derecho, y pulsa "Guardar como" para bajarte el podcast. Y aquí puedes verlo en vídeo