Luis Rubiales no dimite: su vida familiar formada por sus tres hijas y un divorcio que "no fue un fracaso"

Luis Rubiales no ha dimitido. Después de que FIFA, la máxima organización del fútbol mundial, abriese un "procedimiento disciplinario" contra el presidente de la Federación Española de Fútbol, él no ha querido dar un paso atrás y no ha abandonado su puesto. Todo se ha producido a consecuencia de los actos que Rubiales tuvo durante la victoria del Mundial. Primero se agarró los testículos en el palco para celebrar el triunfo de la Selección Española y después besó en la boca sin permiso a Jennifer Hermoso, una de las jugadoras. Y ha hablado de todo ello este viernes en una Asamblea General Extraordinaria.

En la Asamblea General Extraordinaria que ha comenzado este viernes a las 12 horas, que es el órgano en el que considera que "tiene que dar todas las explicaciones", ha pedido perdón por el hecho que ocurrió en el palco cuando, "en un momento de euforia", se agarró "esa parte del cuerpo que ya habéis visto". "Me emocioné muchísimo, hasta el punto de perder el control, en el momento en el que nada más ganar el mundial tu primera reacción fue girarte al palco y dedicármelo. En ese momento te hice esa seña de 'Ole tus huevos', con perdón", ha dicho refiriéndose a Jorge.

"Tengo que pedir disculpas a la reina, a la infanta, a la Casa Real y a todo aquel que se haya sentido ofendido por el gesto. Nunca me había comportado así, la emoción era grande. No me justifico, perdón", ha dicho sobre ese primer tema a tratar.

Como segundo tema, Rubiales ha querido hablar del beso a Jenni Hermoso. "Más un pico que un beso. Quiero dar mi explicación también y decir que quién vea el vídeo entenderá que, ante millones de personas, de manera televisada, ante mis hijas, el deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Ni más ni menos. No hay deseo y no hay posición de dominio. Aunque se esté vendiendo otra cosa. El falso feminismo es una gran lacra en este país", ha dicho mientras una de sus hijas no podía contener las lágrimas.

Luis Rubiales ha asegurado que fue "consentido" y ha explicado la conversación que tuvo con la jugadora antes de darle el beso: "Esta jugadora falló un penalti. Yo tengo una gran relación con todas las jugadoras y tuvimos momentos cariñosísimos en esta concentración. En el momento en el que apareció Jenni me levanto del suelo, me cogió de las piernas y al dejarme en el suelo nos abrazamos, y yo le dije: 'Olvídate del penalti, has estado fantástica'. Ella me contestó: 'Eres un crack'. Y yo le dije: '¿Un piquito?'. Y ella me dijo: 'Vale'. Y se fue riéndose. Esa es la secuencia de todo". Finalmente, después de su discurso, el presidente de la Federación Española de Fútbol ha rechazado dimitir. Descubrimos quién es quién en la vida privada de Rubiales.

Luis Manuel Rubiales López, su padre, también estuvo ligado a la controversia. Aunque en estos momentos se dedica "a malcriar a sus nietos", a escuchar música, a pasear y, sobre todo, a leer, hubo un tiempo en el que el patriarca del clan Rubiales volcó su energía en la política.

Tras licenciarse en Psicología y ejercer de profesor de Educación Primaria, Luis Manuel Rubiales volvió a su tierra para presentarse a la alcaldía de Motril, la provincia granadina en la que nació, por el Partido Socialista. Después pasó a ser delegado de Empleo de la Junta de Andalucía, también en Granada. Años más tarde, fue procesado en los ERE por unas ayudas concedidas por la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social de la Junta a las entidades Cespa y Fomento de Construcciones y Contratas entre 2006 y 2007. La Fiscalía de Sevilla solicitó una condena de tres años de cárcel y ocho años y tres meses de inhabilitación absoluta para Rubiales padre.

El presidente deportivo estuvo casado con la abogada Manuela Delicado Vega, con quien fue padre de sus tres hijas: Lucía, Ana y Elena. Durante una entrevista en ‘Viajando con Chester’ con Risto Mejide, Rubiales dedicó unas palabras a sus hijas: "Mis hijas son muy fuertes, más fuertes que yo. Yo me considero un tío fuerte, pero lo de mis hijas no es normal".

Su hija mayor estudia Historia del Arte, es "una tía muy sensible", en palabras de su padre, y tiene un compromiso "con ella misma y con la sociedad". "La mediana es la que más se parece a mí, quizá la más reivindicativa y es, además, una tía con una inteligencia bestial”, dijo entonces el dirigente deportivo.

En esa misma entrevista habló también de su exmujer, con quien tiene una buena relación: "Creo que siempre hemos hecho lo mejor por las niñas. Yo no creo que fuera un fracaso, fuimos muy felices, pero cuando pasas a otra etapa, pues pasas".

El resto de su familia íntima lo forman su madre, peluquera, y su hermana, de la que contó que en su infancia casi termina con su carrera deportiva. "Le rompía las dos piernas cuando era un bebé" y se sentaba encima de él. Por suerte, Rubiales pudo cumplir su sueño de convertirse en futbolista de primera división y jugó como defensa para varios clubs.