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Carla Pereyra y el entrenador Diego Simeone son una de las parejas más conocidas de la crónica social actual. La argentina comenzó con tan solo 17 años en el mundo del modelaje en su país natal. Gracias a su trabajo en una galería de arte se trasladó a Nueva York, ciudad donde conoció a su futuro marido. La pareja pasó por el altar en 2019 tras cinco años de noviazgo. Desde entonces, el matrimonio han convivido juntos en la misma casa combinando sus apretadas agendas y disfrutando del tiempo con sus dos hijas en común: Francesca y Valentina.
Más allá de su carrera en las pasarelas, Carla también tiene varios proyectos dentro de los negocios a los que ahora mismo les está dedicando tiempo. La modelo acudía a la inauguración de un nuevo centro médico estético y compartía con los medios su rutina, en la que no puede faltar productos faciales como cremas, pero tampoco un estilo de vida saludable. Una parte fundamental en el día a día de la argentina es el deporte, en la que ha tenido algún tipo de influencia Simeone. “Hago más deporte desde que estoy con él”, explicaba a Europa Press. “Mi marido llegó a mi vida y me mejoró”. El matrimonio celebraban diez años juntos el pasado enero, compartiendo un romántico momento con sus seguidores, que son testigos de la gran complicidad que muestran. “El amor del bueno te ayuda a ser mejor persona, te ayuda a cuidarte, a respetarte”, aclaraba la modelo sobre el tipo de relación que tiene con su marido en la inauguración.
Pese lo que pueda aparentar de puertas para afuera, 'El Cholo' es una persona "tranquila" en su hogar con la modelo. “Es súper equilibrado, es una persona muy fácil para convivir", asegura su mujer. Además, Carla compartía los puntos más importantes que han hecho que logren tener esa estabilidad en casa: “La comunicación en el día a día es clave. El respeto hacia el otro es fundamental. Respetar sus tiempos, sus gustos, entendernos”
La pareja celebraba por partida doble su amor en 2019, organizando una boda civil en Argentina y una segunda en la Toscana. Poco después vinieron sus dos pequeñas en común, Francesca y Valentina, quien cumplía 5 años el pasado febrero.
Además, Simeone tiene otros tres hijos - Giovanni, Gianluca y Giuliano- fruto de su antiguo matrimonio con la italiana Carolina Baldini. Una gran familia que por el momento, según la argentina, no tiene pensado ampliar, ya que quiere disfrutar de la estabilidad que tiene junto a su esposo.
“De momento no, estamos muy bien, con muchos proyectos laborales", hacía referencia a su faceta como empresaria y el complicado calendario de su marido gracias al fútbol. "La verdad es que soy súper consciente de que a los hijos hay que dedicarles tiempo, y las mías ya me llevan mucho tiempo”, aseguraba. Sus dos pequeñas se llevan fenomenal entre ellas, lo que facilita la convivencia en casa: “Cuando las cosas están bien hay que cuidarlas”.