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Verano es época de festivales de música, una cita en la que los looks del público adquieren tanta relevancia como los artistas que se suben al escenario. Una de las últimas citas importantes ha sido la de Glastonbury, donde ya es tradición combinar los minivestidos con botas para librarse del barro.
Una de las primeras en lanzarse a ese complicado combo, que desde entonces se convirtió en el ‘look oficial’ de cualquier festival que se precie, fue Kate Moss. Corría el año 2005 y la modelo decidió combinar un microshort con un minivestido de lurex de la marca Worthy Farm y unas botas Hunter, implantando una norma no escrita hasta entonces: el estilo de Festival de Música.
Han pasado 18 años y su estilismo sigue tan fresco como entonces, aunque ni ella es la misma (no olvidemos que por entonces su pareja era Pete Doherty), ni la marca Hunter se encuentra en su mejor momento. A pesar de todo, el concepto sigue siendo válido y cada año llegan nuevas reinterpretaciones de aquél emblemático look.
Recuperando esta instantánea tomada por el fotógrafo Juan Aldabaldetrecu para la revista Elle, la periodista reflexionaba en tono optimista sobre el paso del tiempo y la manera en que ha afrontado los retos buenos y malos de su vida: “Ha llovido un poquito nada más. (Y también ha salido mucho el sol)”.
Pero más allá de los mensajes de apoyo y cariño que ha recibido a través de su cuenta de Instagram, los miles de “me gusta” que ha recibido el look de la periodista con vestido brilli y botas demuestran que el combo inventado por Kate Moss en plenos dos mil sigue estando de plena actualidad.
Y llegamos al presente y de nuevo al Festival de Glastonbury que es, junto al de Coachella, el lugar en el que se han gestado los mejores looks festivaleros de todos los tiempos (Woodstock aparte, que fue el germen de todo lo que vino después).
Quien ha traído de regreso el look más icónico de todos los festivales de música ha sido Poppy Delevingne, la it hermana de Cara, nueva pareja de Constantino Alexios de Grecia e íntima amiga de su hermana Olympia.
La modelo ha optado por versionarlo con un colorido minivestido de Nobody’s Child confeccionado en tejido de crochet, uno de los más recurrentes de este verano, botas Hunter hasta la rodilla y un bolso bandolera negro con flecos y confirmando que sigue siendo una tendencia en 2023.