Así se llevan los guantes largos, el accesorio estrella que no puede faltar en tu look

No cabe duda de que la moda es cíclica, por eso lo de afirmar “de esta agua no beberé” no suele ser una opción. Aunque un día pueda parecer que no luciremos cierta tendencia, resulta de lo más natural cambiar de opinión con el paso del tiempo, y más en el momento en el que vivimos, donde en la mayoría de los casos vuelven reinterpretadas de una u otra forma.

Esta temporada las calles se han llenado de color y nuevas fórmulas de estilo muy diferentes entre sí pero con un elemento en común: la cultura del “todo vale” siempre y cuando se lleve con seguridad en una misma y buena actitud. Entre las más llamativas, además de las bufandas como balaclava o la vuelta de las Ugg, destacan los guantes de Ópera, o lo que es lo mismo, los guantes largos que lucían las actrices de Hollywood de los años cincuenta.

Siempre asociados a looks de noche y estilismos de gala, ahora se integran con naturalidad en los outfits diarios, dotándolos de un toque de sofisticación con el que se crea un contraste de lo más interesante. Una propuesta que se ha visto en los desfiles de Dolce&Gabbana, Givenchy o Dior y que parece que ha venido para quedarse.

Cada uno de ellos ha jugado con diferentes longitudes, colores y texturas, ofreciendo desde guantes que rozan el codo hasta modelos que se extienden más allá, añadiendo una dimensión dramática y única a la vestimenta.

Una de las razones por las que están siendo abrazados por los amantes de la moda es su versatilidad, mucho más amplia de lo que pueda parecer a priori. Se presentan en una variedad de materiales, desde seda y satén hasta cuero, lo que permite adaptarlos a diferentes estilos y ocasiones. Ya sea con un vestido de noche o como complemento a un jersey oversize de manga francesa con el que, además de evitar el frío, lograremos un acabado más original.

Con la llegada de los meses más fríos, los guantes largos no solo se convierten en un accesorio de moda, sino en una opción práctica para combatir el clima. Además de su elegancia inherente, ofrecen la ventaja adicional de mantenernos calentitas sin sacrificar el estilo. Ya sea para una ocasión formal o para elevar un conjunto cotidiano, los guantes largos ofrecen el toque final perfecto si se siguen ciertos trucos que no fallan.

-Jugar con los colores: combínalos con medias del mismo color, en un tono llamativo, en un estilismo de prendas básicas. Se verá completamente diferente en cuestión de segundos.

-Alterna materiales: busca un contraste añadiendo tejidos y texturas diferentes que parezcan opuestas entre sí. Por ejemplo un jersey de lana con guantes satinados o unos guantes de punto con denim. Acertarás seguro.

-Busca crear superposiciones: para lucirlos y sacarles el máximo partido, intenta añadir capas de diferentes longitudes configurando así mezclas que desprendan carácter propio.

-Ante la duda, colores neutros: negros, blancos, marrones, rojos y beiges son las tonalidades que mejor funcionan con los guantes de Ópera. Ya se sabe que muchas veces “menos es más”.