Vuelven los 70: ¿en qué se inspiran las famosas de ahora de las divas de entonces?

Adela Leonsegui 02/08/2013 11:11

Llevar el pelo afro en los años setenta era una verdadera declaración de intenciones. Antes de esta década las mujeres afroamericanas alisaban su pelo, lo trenzaban o cortaban, hasta que divas de la talla de Diana Ross empezaron a ponerlo de moda. Hoy forma parte de la personalidad de cantantes como Esperanza Spalding o Solange Knowles y ‘fashionistas’ como Julia Sarr Jamois.

Las cejas gruesas daban personalidad al rostro de Bianca Jagger, la esposa nicaragüense de Mick Jagger, eran su seña de identidad y la diferenciaba del resto de mujeres que las depilaban en forma de arco. Hoy es Cara Delevingne, la modelo de las mil caras, quien ha tomado su relevo y existen hasta vídeos que enseñan a maquillar las cejas para imitar la forma que tienen las suyas.

Aunque las pestañas postizas existen desde hace muchos años, los años setenta fueron su década prodigiosa. Las chicas inglesas como Twiggy o Mary Quant, a la que se adjudica el invento de la minifalda, las colocaban en ambos párpados para dar a sus ojos aspecto de bamby. Hoy han evolucionado y son muchas las mujeres que se apuntan al tinte o a las extensiones de pestaña, como Kim Kardashian, para agrandar sus ojos de manera permanente.

El sombrero ‘floppy’ es uno de los más sensuales y femeninos que una mujer pueda usar, quizá porque lo tenemos asociado a la voluptuosa Brigitte Bardot de los años setenta y su rubia melena. Hoy es uno de los sombreros favoritos de la también rubia actriz Sienna Miller además de un gran aliado para los días en que nuestro pelo no está en su mejor momento.

Por el exotismo que desprende, el ‘kaftan’ es una de las prendas estrella del verano. Ya lo fue en los setenta, cuando la moda hippy hizo furor y lo usaban como ‘outfit’ de noche estrellas como Ali McGraw. Hoy sigue estando de moda ya sea en su versión corta, el de Eugenia Silva, o extra larga, con el que pasea la modelo Lily Cole.

En los años setenta, nuestra diva Pepa Flores, Marisol, apareció en los escenarios con una sorprendente ‘bomber’ en color plata que haría las delicias de cualquier moderna como Rihanna, quien ha reinventado este estilismo en versión XL, muy apropiada para las frescas noches veraniegas.

Hacer deporte se puso de moda en los años setenta, fue la década en la que se fundó Nike y el paso previo al ‘boom’ deportivo de los ochenta. El chándal, las zapatillas y las camisetas de los equipos locales hicieron furor entre los jóvenes que, como la actriz Sally Field, parecían auténticas ‘cheerleaders’. Este verano la tendencia ‘sporty’ ha vuelto con fuerza y ‘celebrities’ como Miley Cyrus o Cara Delevingne apuestan por ella.

Ser una mujer liberada implicaba enseñar las piernas y los ‘shorts’ de talle alto se convirtieron en el uniforme de mujeres tan modernas como Jane Birkin. Este verano, tras años de pantalones caídos, el talle ha vuelto a colocarse en el lugar que le corresponde, la cintura, y así lo llevan mujeres como Emma Stone o Alessandra Ambrosio.

El zapato más ‘fashion’ de la década incluía una gran plataforma que añadía centímetros a las ya largas piernas de Marisa Berenson, una moda que hemos asumido como propia y que sigue siendo tendencia este verano, ya sea en su versión 'creepers' o acompañada de tacón de aguja como los de Kate Hudson o Geri Halliwell.

Dejar la espalda al aire era un gesto provocativo y de gran carga sensual que sólo algunas mujeres tan hermosas como Carmen Sevilla, se podían permitir. Este verano se ha convertido en el escote más demandado para vestidos de noche y se pasea por las alfombras rojas de la mano de actrices como Ana Rujas o Candela Peña.

Un año antes de empezar la década de los setenta nos contaron que el hombre había llegado a la luna, aparecieron series y películas sobre el viaje espacial y en la moda la respuesta fueron los tejidos metalizados, como el del vestido de Farrah Fawcett. Este verano hemos vuelto a ver plata y oro por todas partes, una seguidora de las tendencias como Sarah Jessica Parker lo deja claro y puede ser el presagio de un otoño muy metálico.

Los setenta fueron una década de ruptura hasta en la belleza de la mujer. La diastema de Laureen Hutton fue entendida por mucho como un defecto que ella convirtió en su seña de identidad, lo que la diferenciaba del resto de modelos y actrices. Hoy triunfan otras mujeres con la misma separación entre paletas, como Lara Stone o Georgia May Jagger.