Cuando las hormonas campan a sus anchas por nuestro cuerpo, a veces producen hinchazón en las piernas. Es el momento de dejar de lado nuestros pantalones pitillo (esos que ayer nos sentaban tan bien y que hoy no nos caben) y optar por un patrón ‘palazzo’. Son los pantalones holgados y fluidos que llevan las modelos Kate Moss y Daiane Conterato.
Sus grandes ventajas son que están de absoluta tendencia esta primavera, que son tan cómodos como un pijama y que esconden lo que no quieres que se vea hoy. El inconveniente es que, a menos que midas más de 1,75, sólo sientan bien si llevas tacones.
Otra posibilidad es optar por los ‘trak pants’ que son la versión suavizada de los ‘baggy’. Mucho más estilosos que sus predecesores. Hasta ahora los habíamos visto con raya lateral, pero este año los tenemos en versión bicolor, como los de la firma Delpozo que lleva Miroslava Duma, e incluso lisos y de largo Capri como los de la actriz Alison Williams.
Por su corte de tiro largo, despegado en la cadera y ligeramente estrechos en la pantorrilla, serán un buen aliado cuando necesites sumar estilo y comodidad. Sus bolsillos laterales son un plus en esta prenda entre deportiva y urbana.
Esta temporada triunfa el ‘oversize’ y las prendas ‘cocoon’, así que vamos a sacarle partido. Si tu problema no está en las piernas sino de cintura para arriba, aprovecha el patrón ovalado que este año se dibuja en sudaderas, chaquetas y abrigos. Sigue la propuesta de la firma Proenza Schouler y combina una falda básica con una chaqueta de volúmenes redondeados que recuerdan al más puro Balenciaga de los años 60.
También puedes echar mano de los abrigos XL. Si los eliges como Caroline de Maigret en colores vibrantes, son capaces de levantar cualquier estilismo, hasta combinados con nuestras prendas más sosas. Sobre un vestido recto camisero, como el de rayas verticales de la actriz Chloe Sevigny, puede ser un contrapunto interesante.
Siguiendo con los patrones ‘maxi’ y buscando una prenda tan cómoda como el pantalón ‘palazzo’, tenemos los vestidos sueltos de Laura Bailey y Victoria Beckham. La primera a rayas en intensos rosas y naranjas, de la diseñadora Emilia Wickstead. La segunda en uno de los ‘candy color’ de la temporada, de su propia firma.
La parte amable de estos vestidos es, además de la comodidad, que si son de tu talla, lo disimulan casi todo. Las desventajas: no te librarás de los zapatos de tacón ni de alguna que otra broma sobre cuántas tallas de más te has comprado.
Si no eres de ‘oversize’, otra de las prendas comodín de la temporada es el vestido camisero. Si no tienes un buen día en tu cintura, olvídate de marcarla y déjalo suelto. La actriz Blake Lively apuesta por una versión mini con ‘stilettos’ y la modelo Leig Lezark por un largo más discreto combinado con los famosos botines 4 x 4 de Prada.
Recuerda que el binomio blanco y negro nunca falla, por eso el ‘look’ de Elizabeth Olsen, con vestido de Acne, funciona tan bien. Una ‘biker’ negra de piel sobre un sencillo vestido camisero es una apuesta segura, no te pares a pensar mucho más.
Un truco muy sencillo para esos días malos que todas tenemos, es recurrir a un pañuelo, pañoleta o bufanda XXL. Lo que puede hacer por ti un pedazo de tela envuelta en el cuello es mucho más de lo que te imaginas. Proporciona confort, distrae la mirada, sobre todo si tiene un color llamativo como el de Sarah Jessica Parker y, como a Emma Stone, consigue completar un estilismo sobrio.
Pero lo más importante es que esta prenda, bien enrollada, consigue camuflar con armonía todo lo que no nos apetece enseñar. Aprende de la modelo Rosie Huntington-Whiteley cómo envolverte en ella con estilo.
Cuando algún día te levantes con mala cara o estés más cansada de lo habitual, además de recurrir a tus trucos habituales de maquillaje, recuerda que hay colores que te favorecen más según tu tipo de piel. Empecemos por las rubias. Si tienes la tez pálida (las que toman un color rosado en verano), los ojos oscuros y el pelo rubio dorado, como Michelle Williams, te favorecen los tonos cálidos y vibrantes: amarillo, coral y tonos dorados.
Si tu color de piel es capaz de dorarse al sol, tienes los ojos claros y tu pelo es rubio cenizo, como Cameron Díaz, apuesta por los tonos pastel, los rosas en todas sus versiones y toda la gama de los blancos, incluidos los crudos.
Las castañas y morenas con la piel dorada y de ojos oscuros, como Julia Roberts, deben apostar por tonos cálidos: rojos, tonos tierra, mostaza y beiges. Si tienes el color de pelo oscuro, los ojos claros y un tono de piel muy pálido, como Courtney Cox, debes apostar por el contraste y elegir colores fríos pero brillantes: azul, fucsia o verde esmeralda.
Una vez elegida la gama cromática que más te favorece podrás notar cómo gana tu cara en vitalidad y luminosidad y además podrás aplicar las mismas reglas a tus tonos de maquillaje.
Si necesitas un repaso de raíces o un toque de peluquería y no tienes demasiado tiempo, puedes recurrir a gorras y sombreros. Este recurso está muy bien para momentos de ocio, el problema es que no te los vas a dejar puestos todo el día, sobre todo si tienes que trabajar.
Un sencillo turbante como el que lleva Ashley Olsen o un pañuelo estratégicamente colocado, como lo luce Eva Mendes, serán tus aliados hasta que dispongas de unas horas libres para dedicar a tu pelo.
Cuando tengas un mal día confía siempre en tus básicos. Un vestido negro, el clásico ‘little black dress’ que utiliza a menudo Angelina Jolie o el pantalón vaquero que no te falla jamás (no el pitillo de temporada) con un sencillo suéter, al estilo de Heidi Klum, serán capaces de sacarte de cualquier apuro.