Esquiar es divinity, pero con un casco a la última, más

Adela Leonsegui 03/01/2014 14:54

Cuando un famoso se oculta tras unas gafas y un casco en la nieve, es el caso de Pippa Middleton y Pierre Casiraghi, no lo hace para tratar de pasar desapercibido, sino por una cuestión de seguridad. El debate vuelve cada año, cuando se masifican las pistas de esquí y, sobre todo cuando un accidente pone en riesgo la vida de un esquiador. ¿Hay que hacer obligatorio el uso de casco para esquiar? La mayoría de los entendidos ven complicado establecer una norma que regule este asunto y defienden el uso del sentido común.

Aunque el uso de casco no es obligatorio entre los adultos, lo cierto es que cada año aumenta el número de esquiadores que deciden, de manera voluntaria, ponérselo. Entre los niños el porcentaje de usuarios es del 100%, pues en algunas estaciones es obligatorio que todos los niños lleven casco homologado. En España todos los cascos deben pasar, para su homologación, las pruebas (CE) En1077 o la Astm F 2040. La idea es que los jóvenes se acostumbren a utilizar este elemento de protección y sigan utilizándolo cuando sean adultos. En la imagen la hija de Belén Rueda y Felipe Juan Froilán Marichalar con sus cascos de esquiar.

Dar con el modelo de casco apropiado para cada persona es fundamental. En primer lugar el casco se debe ajustar a la medida y anatomía de nuestra cabeza, debe quedar por encima de las cejas y no comprimir la cara, es como lo llevan Madonna y dos de sus hijos, Mercy James y Lourdes León. Casi todos los cascos tienen aireaciones frontales que proporcionan una buena ventilación. Los Freeride se caracterizan por tener un mayor número de aireaciones para evitar el sudor y en algunos casos estos modelos incluyen orejeras desmontables como las de la imagen.

Aunque el casco se puede utilizar con cualquier tipo de gafas de sol, es conveniente seguir el ejemplo de Kate Middleton y el príncipe Guillermo y utilizar gafas de ventisca pues son más seguras en caso de impacto. Las gafas de ventisca se colocan por fuera del casco pues éste suele llevar una presilla en la parte posterior para que queden sujetas. Lo último en el mercado son los cascos con reproductor de música, los tiene la marca O´Neil, y hasta con bluetooth para no perder las llamadas de móvil, aunque ir completamente aislado del sonido exterior no es una idea recomendable.

Nos guste o no, lo cierto es que el uso de casco puede salvar la vida de los esquiadores, aunque muchos argumentan que les reduce la visibilidad y la audición. La mayoría de los estudios proclaman los beneficios del uso de casco integral, rígido en las orejas y con una pieza denominada barbuquejo que sirve como protector de barbilla, pero lo habitual, vemos en la imagen a Nuria March, Mercedes Milá y Elena de Borbón, es encontrar en las pistas cascos sin esta pieza o a los que previamente se les ha desmontado.

En el mercado podemos encontrar cascos de esquí desde 30 euros, pero el lujo siempre ha estado relacionado con este deporte, por eso marcas como Chanel, Dolce & Gabbana, Giorgio Armani o Gucci firman ropa de esquiar, complementos e incluso los esquís: para fanáticos del marquismo como Kingston Rosdale, el hijo de Gwen Stefani.

Marcas menos conocidas pero igual de lujosas son la americana Volant, que fabrica en titanio o la suiza Stöckli, que hace todo su material a mano. También fabrican a mano otras marcas como Volk, Atomic, Salomon, Elan, Rossignol o Head. Para quienes prefieren el diseño lo mejor es un casco de Bögner (fabricado por la alemana Casco) o un Moncler (la firma elegida para el pantalón y la chaqueta de Naomi Campbell). Son las marcas que forman parte del uniforme de quienes van a esquiar a Aspen como Zoe Saldana o Elle Macpherson.