¡Pasamos 24 horas con las chicas de la Roja!

Fotos y texto: Esther L.Calderón 27/10/2014 11:54

09.30: Desayuno y prensa

Nuestro contacto en la Federación nos muestra el salón donde el equipo ya está desayunando en varias mesas redondas. Hace media hora que sonó la diana general. Estamos en el Gran Hotel Las Rozas, de cuatro estrellas, a apenas diez kilómetros de la Ciudad del Fútbol. Allí fue donde, hace cuatro años, sus colegas de la masculina prepararon el Mundial de Sudáfrica que acabarían ganando. Las comparaciones son odiosas (una frase que oiremos varias veces a lo largo del día) y ellas no son ellos, pero el clima de ilusión y épica que rodea a las chicas estas semanas conecta directamente con aquel verano en el que parecía que todo era posible. La puerta al Mundial de Canadá de 2015 estará abierta si ganan el próximo partido contra Italia.

[[QUOTE1: Está la graciosa (a lo Reina), la que se tropieza, la gruñona y la que se lleva las broncas cariñosas (y no tanto) del Míster…]]

Las veinticinco jugadoras preseleccionadas, de las que viajarán dieciocho, desayunan divididas en cuatro mesas. Pedimos permiso para grabar. Ellas siguen bromeando y eligiendo cuidadosamente los hidratos, las vitaminas y las proteínas que comen, pero no pueden evitar buscar a la cámara de reojo. No están tan acostumbradas a los medios como Iniesta, Piqué y compañía. En un país en el que la liga femenina aún no es profesional, muchas tienen que trabajar en otra cosa a la vez, la repercusión en medios es casi nula y las mejores tienen que irse a Estados Unidos o Suecia (donde las ligas son incluso televisadas), es imposible no tener la sensación de agravio comparativo feo. Injusto. Fácilmente mejorable con el suficiente apoyo.

En la quinta mesa están los siete componentes del cuerpo técnico, todos hombres, con el entrenador Ignacio Quereda a la cabeza. Conocen a las chicas desde las categorías inferiores. Las han visto crecer. Forman un mar periódicos deportivos entre los cafés. A la derecha del Mister está el responsable de porteros, Manuel Amieiro, el encargado de poner a punto a las tres porteras como ya hizo con Casillas, su pupilo más ilustre.

10.00 horas: Autobús a 'La Ciudad del fútbol'

Las chicas cogen las mochilas como un único glóbulo rojo. El autobús no espera. Nos cuentan que la puntualidad es una máxima. Y que hay multas. Un refresco para cada miembro del equipo si llegas cinco minutos tarde. Incluidos los responsables de prensa. "Es una pasta si lo multiplicas por veinticinco", nos explican. Y no hay excusas. Todas las selecciones de todas las categorías nacionales funcionan así. Ésta en concreto se mueve como una célula en la que mitocondrias, centriolos y ribosomas cumplen su papel a rajatabla. Con todo, la capa es gruesa y no será fácil que se deje ver el núcleo. Sobre todo en estos días de tensión deportiva máxima. Denegado el viaje en bus con ellas. Las seguimos en nuestro coche.

11.00 horas: Primer entrenamiento

Es un día luminoso en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, pero al fondo la nieve ha cubierto la noche anterior la Sierra de Madrid. El viento gélido puede oírse en el micro. Ellas ocupan el campo central, como ya lo hicieron Torres, Villa y Xavi. Hay otras selecciones de categorías inferiores en los de los lados. Comienzan el entrenamiento. Calientan en círculo. Corren alrededor del campo. Se dividen en grupos para los ejercicios técnicos entre los conos. El entrenador no deja de dar instrucciones.

Al cabo de unas horas de observar el organismo con atención, desde una posición privilegiada a un metro del banquillo, surgen las dinámicas de grupo. Y los roles. Está la graciosa (Reina tiene una rival fuerte en Priscila Borja, delantera del Rayo), la que se tropieza, la gruñona y la que se lleva las broncas cariñosas (y no tanto) del Míster… Luego sabremos que además hay una DJ, la centrocampista del Barça Jennifer Hermoso, que les pincha en el bus temazos de Camela, Mónica Naranjo, Malú, Bisbal, Falete o Beyonce. "Y reggaeton antes de entrenar", nos contará al acabar Jennifer.

11.30 horas: las tres porteras aprenden del profesor de Casillas

Manuel Amieiro lleva un rato con las tres porteras. Los ejercicios de agilidad y reflejos de Ainhoa Tirapu (Athletic de Bilbao), María José Pons (Espanyol) y Lola Gallardo (Atlético de Madrid) no difieren mucho de los que el experimentado entrenador pone a Casillas o Valdés. Lola se estila y saca ‘in extremis’ un zapatazo a la escuadra de Ameiro.

12.00 horas: Partidillo

El grupo se divide en dos equipos. Por fin llega el partidillo. Van a probar un par de jugadas. Quizá no tengas la fuerza y la velocidad de los chicos, pero la técnica es buena. Y su forma física. Nuestro cámara Marcos Íñiguez, gran aficionado al fútbol y socio del Real Madrid, disfruta casi como en el Bernabéu: "nunca había visto a las chicas y le pegan bien, eh", dice después de un golazo en contraataque.

12.30 horas: Ducha y tiempo de entrevistas

[[QUOTE1: Vero Boquete: Yo vivo de esto, pero soy una privilegiada. Puedo decir que soy mujer y soy futbolista]]

Acaba el primer entrenamiento. Tenemos un hueco para hablar con Vero Boquete, la Amaya Valdemoro del fútbol. Juega en el Tyresö sueco con su colega Jenni Hermoso y la brasileña Marta, todo un icono y ganadora de cinco Balones de Oro. Messi tiene cuatro. Boquete fue de las primeras en irse fuera. Y no ha sido fácil. "Yo vivo de esto y soy una privilegiada por dedicarme a lo que me gusta. Puedo decir que soy mujer y soy futbolista", dice con orgullo. Boquete es, a sus 26 años, uno de los referentes oficiales y tiene un campus donde aprenden a jugar niños y niñas. Su idea es colaborar "para que las cosas cambien". Habla clarito. Está acostumbrada a la ingrata labor de ser una eminencia en un deporte minoritario y que poca gente fuera de él la reconozca.

"Mi primer equipo fue a los cinco o seis años. Mi padre era entrenador y he vivido el fútbol desde que recuerdo. El primer año iba a entrenar y luego iba a jugar los fines de semana pero no podía saltar al campo porque había una norma que prohibía jugar a los niños con las niñas. Ahí me di cuenta de que las barreras para mí no eran solo el rival, sino que iban a estar también fuera. Eso también me ha ayudado a ser más fuerte y a esforzarme aún más”, nos cuenta.

Nos habla de lo contentas que están por la oportunidad histórica de clasificarse. De lo bien que se lleva el grupo. De lo difícil que es a veces luchar por un sueño. Le pedimos que enuncie tres tópicos que le molesten sobre su deporte. Y no duda. "Que ni es fútbol ni es femenino. Eso duele. Porque hay jugadoras muy femeninas y sí, jugamos al fútbol. Evidentemente las cualidades físicas son diferentes, no somos ni tan rápidas ni tan fuertes, pero dentro de nuestras propias características desde luego que jugamos a esto. Tácticamente o técnicamente podemos ser igual o mejores que ellos", dice.

[[QUOTE1: Duele que digan que nuestro fútbol ni es fútbol ni es femenino. Hay mucho machismo aún]]

Y sigue. Señala otra mina anti chicas futbolistas. "El machismo molesta mucho. Y cambiar eso es difícil. Con los resultados lo intentaremos y con los medios de comunicación apoyándonos será más fácil. Entre todos y con la educación de niños y niñas intentaremos cambiar esa mentalidad desde la base".

La tercera tiene que ver con el tabú de la homosexualidad. Otro topicazo. Lo aborda sin problemas. Naturalidad ante todo. "Se habla mucho de este tema, no solo en fútbol sino en todo el deporte femenino. Y bueno, habrá como en todos los sitios y cada uno en su vida privada hace lo que quiere y aquí de lo que se tiene que hablar es de si juegas bien o mal". Más claro, goles.

14.00 horas: Comida

El equipo se sienta a la mesa con hambre. Muchas tienen aún el pelo mojado después de las duchas. Hidratos de carbono para recuperar. Verduras. Mucha hidratación. Hay piña y toda clase de frutas.

15.00 horas: Descanso

[[QUOTE1: La liga no está profesionalizada, muchas trabajan en tiendas o bares para poder jugar y las mejores se van fuera]]

A partir de esta hora, el hotel se queda desierto. La siesta es obligatoria si hay sesión doble de entrenamientos, como sucederá estos tres días. Tienen prohibido atender a esas horas a los medios. Hay un futbolín y una televisión con una consola de videojuegos cerca de las mesas de la comida. Muchas aprovechan para estudiar. Los exámenes de la facultad no paran por un partido histórico. Tampoco los trabajos: varias han tenido que pedir vacaciones en las tiendas de ropa o los restaurantes donde trabajan cuando no están entrenando o viajando cada fin de semana con sus equipos.

Barça, Athletic y Valencia encabezan la liga. La mayoría de las jugadoras de la selección juegan ahí y en el Atlético de Madrid y el Rayo. El Real Madrid, con un presupuesto anual de unos 500 millones de euros y un gasto en fichajes del primer equipo de unos 150 millones, no tiene división femenina. En cuanto a las federadas en toda España, las cifras están en torno a las 20.000 jugadoras... frente a los más de 800.000 chicos.

18.00 horas: Fichaje internacional de una de las jugadoras

Acaba de hacerse público que la centrocampista Vicky Losada, jugará en el Western New York Flash las dos próximas temporadas, convirtiéndose en la cuarta futbolista que ‘consigue’ emigrar al paraíso de las futbolistas. Dos fotógrafos la buscan, pero ella no puede hablar de momento. Órdenes de la Federación. Cuando se está concentrada, se intenta hablar solo de la Selección. “Era una oportunidad de oro y no la podía dejar escapar”, puede leerse en los periódicos deportivos que ha dicho Vicky a los dos días.

18.30-20.30 horas: Segundo entrenamiento

La dinámica del entrenamiento se repite. Ponen atención a limar detalles y a fijar posiciones. Las otras categorías 'sub' también entrenan y algunos gritos se entremezclan. Aprovechamos, junto al banquillo, para revisar en la cámara el material grabado. Boquete aparece dominando la pelota con facilidad, como ya hizo en el desayuno con la servilleta de papel hecha bolita que cayó de la mesa.

[[QUOTE1: Nos serviría de mucho que los de la Roja nos viniesen a ver un partido o que nos mandasen un mensaje de apoyo]]

Una de las frases que nos ha dejado Vero cobra importancia en este microcosmos de equipos entrenando. El tono es de admiración. Pero también de impotencia: "Los de la absoluta no han venido a vernos mucho, la verdad. Hemos coincidido alguna vez aquí en las convocatorias, y algún jugador sí que está más informado y nos pregunta, pero no tenemos tanta conexión y cercanía como nos gustaría. Nos encantan. El hecho de que ellos viniesen a ver un partido o que nos mandasen un mensaje de apoyo a nosotras nos serviría de mucho. No solo por nosotras, sino porque toda la gente se enteraría de que ellos también están ahí apoyando”.

También aprovecha para pedir a Los Manolos que les den un hueco en antena "ahora que estamos haciendo cosas importantes", dice Vero. El apoyo de los medios es de vital importancia para seguir logrando éxitos. La atención trae espectadores y dinero y la ruleta no se moverá sin una mini-revolución. ¡Nos unimos a su petición!

20.30 horas: Salida de los vestuarios

[[QUOTE1: Ruth García: es muy importante el pasito que podemos dar para el fútbol femenino español]]

Hablamos con la central Ruth García, la otra capitana del equipo. Tiene unos de los ojos azules más impactantes del equipo, a lo Navas. La valenciana (1987), que también lleva jugando desde que recuerda, ha acabado fisioterapia y juega temporada juega en el Barça. ¿Su jugador favorito? "Puyol es el capitán perfecto", dice. La pillamos al salir del vestuario, con una foto detrás de la victoria en el Mundial de los chicos. Mira la copa y coge el micro de Divinity: "es muy muy importante el pasito que podemos dar para el fútbol femenino y español", sentencia, y el tono suena como si pidiese a la vez un deseo.

21.00 horas: Cena

El día va decayendo. El cansancio puede notarse en el comedor.

22.00 horas: Tiempo libre

Las chicas vuelven a sus habitaciones. Algún grupo planea ver una película. Vero Boquete nos cuenta cómo respira ‘backstage’: “Tenemos un equipo muy majo, la verdad. La mayoría hemos ido coincidiendo en la selección desde niñas y hay incorporaciones de jóvenes que nos aportan mucho y el ambiente es muy bueno”. ¿Y las timbas, ése clásico? "No, somos más de charlar y de echarnos unas risas", responde riendo. Nos despedimos deseándolas suerte. No hay que olvidarla si se planea retar a la historia.