Apenas unos días después de hacer su primera aparición pública con su ya novia oficial, Meghan Markle Harry de Inglaterra acaparaba titulares por otro motivo. Estaba absorto viendo los Invictus Games, los juegos deportivos para veteranos de guerra heridos que él mismo fundó, cuando una 'pequeña ladrona' empezó a coger de sus palomitas. Tardó un rato en darse cuenta de lo que estaba pasando, pero cuando lo hizo se puso a jugar con ella en la grada.
Palomitas por aquí, sonrisitas por allá, Harry se mostraba en su versión más cariñosa El gesto cautivaba a muchos: comentarios en redes sociales asegurando que "será un buen padre" y mucho emoji de corazón. O en los propios medios de comunicación, como la edición americana de Vanity Fair, que volvían a incidir en lo bien que podría sentar al monarca convertirse en papá: "Si al verlo has pensado ‘Wow, ¡va a ser un buen padre algún día!’, estás en lo cierto", escribían.
¿Por qué 'morimos de amor' con algo así?
Asunción Bernárdez, Dra. en Periodismo, profesora de Comunicación y Género en la UCM y Directora del Instituto de Investigaciones Feministas, opina sobre el caso de Harry: "Principalmente tiene que ver con el personaje en sí, verlo salir de su protocolo hace el hecho noticiable", y a esto se suma que "cuando un varón tiene un acto de ternura o diversión estás añadiendo un elemento de feminidad en un personaje masculino". La "trampa", lo que explica que esto sea remarcable para los medios de comunicación y para el público es que, según Bernárdez, "vemos un lado más humano del personaje".
Así lo corrobora también la Dra. en Psicología y miembro del profesorado del Máster de Estudios de Género que imparte la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (UCM), Marta Aparicio: "Pese a que los roles de género están cambiando, aún se tiene estipulado que las labores de cuidado y entretenimiento de los niños/as recaen en manos de las mujeres. Por ese motivo, ver a un hombre en este papel parece novedoso, aunque realmente ya no lo sea tanto", explica.
¿Y si lo protagonizara una mujer?
"No sería lo mismo", explica Aparicio. "Normalmente con las mujeres ocurre lo contrario: son noticiables cuando se salen de su ‘papel’ como mujeres". En temas de sociedad, las mujeres protagonizan un 33% de las noticias de los diarios, frente al 66% de los hombres. Y ese es uno de los datos más optimistas, porque en asuntos de política o internacional, solo lo hacen un 23,1% y un 17% respectivamente, según un estudio del Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) en marzo de 2017.
"Afortunadamente, esto está cambiando porque ya los estereotipos y los roles de género no son tan cerrados, pero aún sigue chocando en determinados contextos, como puede ser el de un Príncipe", cuenta Marta.
Entonces, ¿es sexista?
La misma Doctora opina que "lo es el hecho de hacer noticiable algo que en realidad no lo es. Hombres y mujeres asumimos distintos papeles en nuestra sociedad sin que tenga que estar vinculado ese papel a su sexo biológico". Y Asunción Bernárdez coincide en esto: "El tema es que la gente que trabaja en comunicación trata estos asuntos con criterio de noticiabilidad", y eso se hace extensible a quien lo lee. "Esto ya no lo deberíamos ni comentar. Es un trabajo de conciencia no reforzar los estereotipos de género".