"Creo que por eso nuestra relación es especial: empezamos como amigos (…) ¡Tenemos que agradecerle a la prensa por empujarnos a ver algo que ni siquiera nosotros mismos veíamos!”, bromeó Longoria en la revista People, recién llegada de Nicaragua de conocer a la familia de Ernesto, de origen hondureño.
Argüello acabó el programa eligiendo Shandi Finnessey, una ex miss USA de ojos claros, pelo rubio y medidas de catálogo, que ama el mar, los barcos, los gatos y los perros. El romance duró poco y apenas unos meses después el empresario volvió a estar soltero.
La prensa estadounidense resalta precisamente los puntos en común que Eva y Ernesto tienen, que les ha servido, por lo visto, para acabar declarándose su "true love" por Twitter: orígenes latinos, ganas de pasarlo bien gracias a su espíritu joven, la idea de la familia como un pilar de su vida, misma religión y ser la materialización de una especie de sueño americano: ambos son millonarios y “filántropos”, como se definen en Twitter.
A ellos les gusta especialmente destacar su ‘vena solidaria’. No en vano, suelen dejarse ver a menudo por galas con fines benéficos y parece que él no ha tardado en llevar a Honduras a Eva, donde ha creado un colegio. Su familia tiene varias empresas.
El Twitter de él también deja claro que no le importa disfrutar de la vida. Juntos se han tirado en paracaídas, han ido de cena con amigos… Él es un gran amante de la naturaleza y los animales, juega al golf y al polo en los mejores clubs de Los Ángeles.
En cuanto a su familia, tiene un gran respeto por su padre ("gracias por tu amor y apoyo incondicional. Espero ser algún día como tú", escribió por el Día del Padre) y su madre es una de sus confidente, a quien llama "guardiana de mi corazón".