Claves para escoger tu crema de noche

divinity.es 18/11/2015 12:15

¿Por qué utilizarlas?

Porque las cremas de día y las de noche no desempeñan las mismas funciones ni actúan igual, por lo que es necesario utilizar productos distintos. Por la noche la piel está más relajada y receptiva a asumir los principios activos de los cosméticos. Es cuando inicia su “programa de restauración”.

¿Qué consiguen?

Desde combatir la deshidratación de la piel hasta estimular la renovación dérmica (muchas de las cremas incluyen activos que favorecen un micropeeling). La gran mayoría cuentan con una mayor concentración de activos (por eso suelen ser más caras que las de día) y sus texturas suelen ser más densas.

¿Cuál es la tuya?

Es importante que conozcas tu tipo de piel y sepas qué necesidades tiene para escoger la crema más adecuada. Puede que notes la aparición de manchas un tanto antiestéticas, que tu piel requiera un plus de nutrición o más elasticidad… Existen cremas específicas que se adaptan a cada caso.

Con efecto sueño

La falta de descanso, un despertar brusco… Hay muchos elementos que provocan huellas en la piel: ojeras, falta de luminosidad… Para evitarlo, puedes confiar en las sleeping pack, cremas restauradoras nocturnas que minimizan la fatiga, reparan los daños visibles y prometen una alta regeneración (similar a la de las mascarillas). Sus texturas son menos densas y untuosas.

Con ácidos suaves

Busca fórmulas que contengan ácidos suaves (glicólico, salicílico…), que regulan el exceso de grasa y frenan los desórdenes en los folículos. A medida que vayas cumpliendo años (lo ideal es empezar a utilizarlas en el momento en que se detecta envejecimiento fisiológico a partir de los 25 años), se convierten en productos imprescindibles, pues los tejidos van perdiendo firmeza y se hacen visibles los signos del fotoenvejecimiento.

Como el día y la noche

Es preferible utilizar dos cremas distintas: una específica para el día y otra para la noche. Las diurnas están pensadas para proteger, de hecho, la mayoría contienen filtros solares y otras sustancias que ejercen una función barrera. Si las usásemos por la noche, estos activos “asfixiarían” la piel e impedirían una correcta renovación dérmica. Por su parte, una de noche, no te protegerá de las agresiones medioambientales diurnas.