¿Quién quiere maquillaje con efecto de cirugía?

divinity.es 20/02/2015 14:46

La reciente aparición de Uma Thurman en la presentación de la serie The Slap, con unas facciones desconocidas, generó un montón de artículos en los que se analizaban, con todo lujo de detalles, las operaciones y tratamientos a los que había sido sometida. Además las redes sociales ardieron con comentarios burlescos en los que se mofaban de la actriz. Finalmente, la musa de Tarantino apareció en un programa de la televisión norteamericana, con su habitual cara de siempre, y explicó todo el revuelo mediático con una sola frase, “a la gente no le ha gustado mi maquillaje”.

El Blur, que ahora se utiliza para rellenar las arrugas, ya se usaba hace años en los desfiles de moda. Se empleaba para conseguir diferentes looks y aspectos cuando tenías un casting limitado de modelos. Las maquillaba de forma distinta y no parecían las mismas. Con los años estas técnicas y fórmulas han pasado a ser de uso popular y las firmas cosméticas las han ido incorporado en sus productos.

Si antes maquillar era similar a preparar un lienzo y luego empezar a pintar sobre él, ahora esta disciplina puede que tenga más que ver con la escultura, ya que lo que se persigue es resaltar, ocultar, crear volúmenes, rellenar y producir efectos visuales que permitan igualar un ojo más pequeño que otro, reducir una nariz muy larga o afinar el rostro. La clave reside en el contouring y el uso de iluminador. El antiaging en maquillaje empezó en los años 90, con esa fiebre por querer aparentar menos años, pero de forma natural, y coincidió con el boom del botox.