Consejos y trucos para triunfar en el supermercado: aprende a dominar la información de los envases y sus etiquetas

  • A la hora de hacer la compra, es esencial que prestemos atención a detalles como el etiquetado o el envasado de los productos

  • Aunque lo cierto es que interpretar la información que nos ofrecen no siempre resulta sencillo

  • Por eso te contamos lo que necesitas saber para llenar el carro de la compra como una experta en alimentación

Nuestra actitud al hacer la compra en el supermercado ha cambiado en los últimos años. Si antes nos fijábamos casi exclusivamente en el diseño de cada producto a la hora de elegir, ahora sabemos que lo importante es hacerlo en el etiquetado. Podemos estar tranquilos acerca de la seguridad para la salud que ofrece cualquier alimento que cojamos, ya que hay expertos científicos detrás de cada uno de ellos comprobando que así sea. Pero, además, queremos tener información acerca del tipo de envasado, de la caducidad, o de los aditivos que contiene cada producto. Por eso queremos ayudarte con estos consejos y trucos que te harán triunfar en el supermercado y llenar el carro de la compra con aquello que de verdad te interesa.

Nuestra salud es la prioridad

Bajo el lema #EUChooseSafeFood, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) nos genera la confianza que necesitamos acerca de la seguridad que ofrecen los alimentos que llegan a nuestros mercados. Y, además, favorecen normativas que nos permiten estar informados de todos los aspectos relevantes de cada alimento que consumimos. La clave está en el minucioso etiquetado obligatorio, que nos permite conocer la fecha de caducidad, los ingredientes o los valores nutricionales. Y para que no haya etiquetado que se te resista, te contamos en qué debes fijarte y cómo interpretarlo.

¿Fecha de caducidad o fecha de consumo preferente?

Aunque puedan parecer lo mismo, no lo son, y lo cierto es que mucha gente las confunde. La fecha de consumo preferente indica la calidad de un producto, mientras que la fecha de caducidad indica su seguridad. En el etiquetado de cada alimento siempre debe aparecer una de las dos. En alimentos como pastas, arroces, enlatados o aceites, es habitual encontrar una fecha de consumo preferente, que indica hasta qué día el fabricante garantiza que la calidad del producto se mantiene intacta. Eso quiere decir que, una vez pasada la fecha, el alimento puede perder cualidades, pero sigue siendo seguro para nuestra salud. Por eso puedes consumirlos y evitar así desperdiciar alimentos de manera innecesaria.

La fecha de caducidad se utiliza para productos perecederos, como la carne o los lácteos, y debemos respetarla con rigurosidad. Si comemos un alimento una vez pasada su fecha de caducidad, sí estaremos poniendo en riesgo nuestra salud. Por eso, tanto por evitar el desperdicio como para evitar riesgos como las intoxicaciones, es esencial conocer la diferencia entre ambos tipos de fechas. 

Los ingredientes y su lugar en el etiquetado

Es obligatorio que en el etiquetado aparezcan todos los ingredientes que contiene un producto, excepto en el caso de los alimentos frescos, los envasados que solo contengan un ingrediente, u otros como el agua, el vinagre o el café. 

En el resto de alimentos los ingredientes deben aparecer en orden según la cantidad que contenga el producto, de mayor a menor presencia. Por eso en una crema de cacao lo esperable es que el azúcar aparezca entre los primeros ingredientes, mientras que en un bote de tomate frito estarán entre los últimos.

¿Debemos preocuparnos por los aditivos?

Todos los aditivos que se utilizan en productos vendidos en la Unión Europea, desde edulcorantes a colorantes, han sido examinados antes de permitirse su uso en alimentación. Por lo tanto, son completamente seguros. Con todo, es habitual sentir recelo cuando los encontramos en el etiquetado, pero es importante saber que en muchas ocasiones mejoran la seguridad y la frescura de un producto, además de su sabor, textura o apariencia. 

Además, para que siempre tengas la información de que aditivos estás consumiendo, deben aparecer en el etiquetado indicando su función en el producto (colorante, conservante, etc.) y su nombre. En muchas ocasiones, el nombre se sustituye por la letra “E” seguida del número correspondiente. Por ejemplo, podemos encontrar en el listado de ingredientes “manitol” (un edulcorante sustitutivo del azúcar) o “E-421”. 

El envase también importa

No todos los envases son seguros para uso alimentario, por eso en Europa todos los materiales que entran en contacto con la comida deben cumplir estándares muy estrictos. El envasado es esencial porque garantiza la higiene, la seguridad y la calidad del alimento, haciendo más cómodo, además, su transporte, almacenamiento y venta. 

La tranquilidad que tenemos es que los envases que encontramos en el supermercado sean de plástico, cartón, metal o cristal, preservan los alimentos y no contienen compuestos químicos perjudiciales para nuestra salud. Por eso, una vez en casa, debemos utilizar contenedores de alimentos, platos y cubiertos, que cumplan con su correspondiente normativa, para que no contengan restos de productos químicos que se traspasen a la comida.