El capítulo anterior de ‘Amor en blanco y negro’ terminó cuando Yigit pretende frenar a Ferhat para que no cometa un error. En este nuevo capítulo Yigit no tiene otra opción que disparar a su hermano. Lo hace en la pierna, el mismo sitio donde le dispararon a él cuando era pequeño. Su intención es salvarle la vida y evitar que vaya a realizar el trabajo tan peligroso que le ha mandado Namik. Para taparle la herida, Yigit utiliza una corbata que le regaló Ferhat el primer día que comenzó su puesto como fiscal. Asli, que se ha quedado preocupara con las palabras de Abidin, decide salir a buscar a Ferhat.
Cuando Asli llega allí intenta evitar que Ferhat salga huyendo. “Voy a morir”, le confiesa a Asli. “¿Qué voy a decirle a nuestro hijo?”, le suelta la doctora. Una confesión con la que hace saber a Ferhat que no fue capaz de abortar y que sigue adelante con su embarazo. Para evitar que se vaya, Asli coge la pistola y se la pone en la cabeza, un acto que repite Ferhat.
Al volver a casa, Asli y Ferhat hablan sobre su futuro. Una discusión que termina con unos sueños que nunca hablaron. “Me gustan mucho los niños”, le confiesa Ferhat. Entre gritos y lágrimas, ambos sueñan con volver a estar juntos, en una casa en el campo y con muchos niños correteando: “Los sueños se hacen realidad si crees en ellos”, le confiesa Asli.
Yigit ha conseguido que Ferhat no se meta en problemas, algo que ha enfadado mucho a Namik. El tío tiene claro que su sobrino el fiscal no está se ha metido en un asunto de ellos y parece que quiere terminar con su vida: “Está viviendo un tiempo prestado”, le confiesa a Ferhat. Namik ya le ha confesado a los delincuentes con los que trabaja que fue Yigit quien controló la operación, ¿qué consecuencias tendrá esto para el hermano de Ferhat?
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