Un buen corte o un color de pelo bien elegido son gestos que, de un plumazo, te pueden quitar varios años. En la coloración hay que tener en cuenta el color de la piel, pero en general aclarar aporta luminosidad, degradar crea volumen y la naturalidad suaviza las líneas de expresión. En cuanto al corte, depende mucho de la forma del rostro aunque el long bob desfilado es uno de los cortes que más rejuvenece.
Aclara tu base de manera natural
Es cierto que el pelo más claro ilumina la piel y rejuvenece las facciones, pero aclarar el cabello no significa que a partir de cierta edad todas las mujeres tengan que ser rubias. La idea es aclarar un par de tonos la base natural mediante mechas degradadas de raíz a puntas, tipo balayage o babylights, que aportan volumen y movimiento al cabello. Otra opción es utilizar la técnica del contouring capilar, que consiste en dar más luz en la zona del cabello cercana al rostro. En cualquier caso, es mejor huir de los colores planos en bloque, ya que se ven artificiales y sin vida.
Qué color elegir según tu base
Para iluminar el rostro no es necesario someter la melena a un cambio radical como el de Macarena García, del que te puedes arrepentir (aunque todo tiene arreglo), es mejor respetar la base y crear efectos de luz a partir de ella. Si eres morena basta aplicar unos reflejo chocolate o miel, si eres castaña lo mejor es apostar por tonos dorados y si tu base es rubia, contrasta con tonos más nórdicos. En cuanto a los rojos y cobrizos, están reservados para pieles muy claras. Si te gustan las coloraciones extremas (negro, platino y tonos fantasía), para no endurecer tus facciones tendrás que trabajarte muy bien la piel y el maquillaje.
Cortes: del pixie al long bob
Si el color es importante, el corte no lo es menos. A partir de cierta edad el cabello tiende a debilitarse y a perder brillo, problemas que se hacen más evidentes en una melena muy larga. Además de una buena genética, una melena XL requiere cuidados adecuados y profesionales para que se vea sana y brillante, razón por la que es más sencillo lucir un pelo saludable cuando se lleva más corto.
Los cortes que más favorecen a los rostros más finos son el pixie y el bob despuntado. Para rostros más redondos se recomienda un long bob recto. Si el cabello es fino o escaso, se puede aportar volumen mediante capas, ya sean internas o externas y cortando más longitud en la coronilla. Para las que siempre han llevado melena basta sanear las puntas a unos 15 centímetros por debajo de los hombros.
El milagro del flequillo
Un flequillo puede ser el verdadero milagro antiedad, ya que de un plumazo borra las arrugas de la frente, pero ¿qué flequillo? Si lo que buscas es marcar facciones, apuesta por uno recto y denso a la altura de las cejas, pero si prefieres suavizarlas, opta por el flequillo cortina de Jennifer Lopez, el que nace a la altura de las cejas y va desfilado en diagonal hasta integrarse en la melena a la altura de las orejas. Otra buena elección es el flequillo largo y desfilado de Martina Klein.
Pelo liso, ondulado o rizado
Está claro que cada cual tiene el pelo que tiene, pero lo cierto es que un cabello con volumen y movimiento resulta más rejuvenecedor que otro muy controlado y repeinado. El pelo liso, sin volumen, enmarcando el rostro, aporta rigidez y destaca las imperfecciones. Por su parte, los cabellos peinados con movimiento, los ondulados y rizados, dan naturalidad y rejuvenecen siempre, cualquiera que sea el corte que lleves.