En cajas, al vacío o colgado: así hay que guardar el vestido de novia para que no se estropee ni se ponga amarillo

  • El vestido de novia, aunque solo vayamos a usarlo una vez, queremos guardarlo para mantenerlo impoluto para siempre porque nos recordará a ese día especial

  • Pero guardar el vestido también es peligroso, sobre todo para el color, por eso hay que hacerlo de la forma adecuada

El vestido de novia es una de las decisiones más difíciles de tomar a la hora de preparar una boda en lo que a la parte de la novia se refiere. Y es que, se trata de uno de esos elementos que serán para siempre un símbolo de lo que ese día que marcó tu vida fue. Así que, da igual que lo vayamos a lucir solo un día, porque durará para siempre. O no, porque para que eso ocurra, habrá que saber cómo guardar el vestido de novia.

Y es que, para que el vestido de novia dure para siempre hay que guardarlo correctamente porque no solo el uso daña la ropa. Este la desgasta pero la falta de uso también deteriora. Y es justo por lo que mueren los vestidos de novia que solo se usan una vez. El blanco se vuelve amarillo, en el mejor de los casos, porque a la tela también le pueden salir agujeros.

Por eso, no vale con guardar el vestido en una bolsa del tinte en el armario entre toda la ropa o en el extremo de nuestro vestidor con los vestidos de fiesta más delicados. No, el vestido de novia debe ir guardado cuidadosamente. De hecho, hay formas para guardarlo, desde cajas para conservar el vestido de novia hasta hacer el vacío y hasta procedimientos para guardarlo.

Pero que no cunda el pánico. Para que tu vestido de novia dure, dure y dure y puedas observarlo tan bonito como el primer día, aquí las claves para saber cómo guardar el vestido de novia.

Cajas para conservar el vestido de novia

Las cajas para conservar el vestido de novia son la forma más segura de guardarlo porque es donde estará mejor protegido. No se trata de cajas de cartón cualquiera, sino cajas que normalmente están decoradas pero, lo más importante, por dentro, van forradas con papeles libres de ácidos para que no se dañe el vestido ni se vuelva amarillo. Un ejemplo son estas de Arnaga, valoradas en 56,20 euros.

Además, estas cajas para conservar el vestido de novia también incluyen el papel de seda incoloro en el que hay que envolver los vestidos. En general se recomienda papeles sin color porque los tintes podrían dañar el vestido, aunque, por ejemplo, también se recomienda guardar el vestido forrado en tela azul para que no pierda el blanco.

Para guardar el vestido en caja lo que hay que hacer es desplegar el papel de seda o de tela en el fondo de la caja. Después, colocamos encima el vestido, doblamos los laterales hacia el interior, con las mangas incluidas, después se doble el ancho hasta que quede correctamente metido en la caja y después doblamos el resto del papel de seda encima para que no dé con la tapa aunque este está forrada.

Guardar el vestido al vacío

Otra de las formas de guardar el vestido es al vacío. A pesar de que esta técnica arruga la tela y hay que tener cuidado de que la prenda no pierda su forma, hace que nada pueda afectar al vestido, ni la humedad, ni el polvo, ni los cambios de luz, ni los insectos… porque nada puede penetrar la bolsa. Eso sí, esta técnica no la podremos realizar nosotras mismas en nuestra propia casa.

Cómo colgar el vestido de novia

Si lo que preferimos es tener el vestido de novia guardado en un armario o con el resto de nuestra ropa o con los trajes más especiales que tenemos, también se puede aunque no es la opción más recomendable. Pero si se opta por esta vía, debe usarse una funda especializada para ello, no vale cualquiera y las de plástico quedan totalmente prohibidas porque no dejan que la tela se oxigene y se deteriorará. Además, si el plástico envejece y se estropea puede afectar al vestido.

Estas fundas especiales suelen ser de tela y dejan transpirar y son más suaves con el vestido. Lo bueno de estas fundas es que sirven para también llevarlo allá donde lo necesitemos de forma más cómoda, pero no vale para todos los vestidos, solo para los más lisos y menos voluminosos.

Siempre limpio

Por supuesto, no hace falta decir que el vestido hay que guardarlo limpio para que la suciedad no quede impregnada en él y ya no se pueda quitar nunca más, el olor que haya podido coger también se quede en la tela o una mancha se haga aún peor. Puedes lavarlo en casa, pero lo mejor es hacerlo en la tintorería, la limpieza será mucho más efectiva y profunda y además cuentan co productos especializados para este tipo de trajes, que los necesitan.

Cómo guardar el velo

Con el velo ocurre lo mismo que con el vestido: hay que guardarlo de la forma adecuada, no vale guardarlo en cualquier sitio y de cualquier manera, aunque hay que reconocer que es más sencillo. Este sí se puede lavar en casa con jabón suave pero siempre a mano y después lo mejor es guardarlo en una caja similar a la del vestido de novia que también esté forrada con papel sin ácidos e incoloro. Tendrá que ir también envuelto en papel de seda y antes de guardarlo lo mejor es plancharlo para que las arrugas no queden marcadas. No debe guardarse con el vestido para que el uno no roce al otro y puedan así deteriorarse, lo mejor es guardarlos en cajas separadas, teniendo su propio espacio.