El culo de Kim Kardashian o cómo convertir una obsesión en un sello inconfundible y rentable

  • Kim Kardashian ha hecho de su trasero su negocio. La americana ha sabido explotar esa parte de su cuerpo que tanto llama la atención y hasta sacó una línea de productos con su trasero como protagonista.

  • Lo cierto es que se ha hablado mucho sobre su zona trasera, pero ella siempre ha asegurado que es totalmente natural y que no se ha sometido a ninguna operación o retoque.

Kim Kardashian se ha convertido en una empresaria de éxito. Aunque sus comienzos no fueron los ideales, lo cierto es que la americana ha sabido reinventarse y sacarle partido a sus cualidades. Así, junto a su marido y sus cuatro hijos forman una de las familias más influyentes del panorama internacional. Pero no solamente ella, todas sus hermanas -y respectivas parejas- viven de las redes sociales y de empresas que han surgido gracias a su continuo éxito. Cada una tiene su sello propio y es algo de lo que presumen constantemente. Pero si hablamos de Kim tenemos claro cuál es su seña de identidad: su trasero. La joven ha sabido hacer de su culo parte de su imperio y ha pasado por decenas de operaciones y retoques para mejorar su aspecto físico.

Tanto ella como sus hermanas están obsesionadas con su cuerpo y, por eso, se han sometido a una gran cantidad de cirugías para modificarlo. Además, tampoco podemos dejar de hablar de los filtros, las posturas imposibles y los retoques que hay en sus fotos en las redes sociales. Ni un gramo de celulitis, curvas perfectas y piernas de infarto, algo que parece imposible para casi todos los mortales. Pero, sin duda, lo que más le obsesiona a Kim, como hemos dicho, es su culo y, por ello, se dice que lo aseguró por 21 millones de dólares.

La historia detrás de la obsesión de Kim por su trasero

Para empezar debemos remontarnos al principio. Kim Kardashian y su familia -sus hermanos Kourtney, Khloé, Rob, Kendall y Kylie; su madre, Kris, y su padrastro, Bruce- se hicieron famosos gracias al programa Keeping Up with the Kardashians. Ahí contaban, y podíamos ver, su día a día: el de una familia millonaria con miles de excentricidades. Aunque sí que es cierto que Kim se hizo conocida un poco antes, cuando se filtró un vídeo íntimo suyo y de su pareja por aquel entonces, el rapero Ray J. Desde ese momento, su aparición en programas de televisión era diaria y, también, su influencia en redes sociales fue creciendo hasta niveles estratosféricos. También, decidió adentrarse en el mundo empresarial, algo que no le ffue nada mal.

Cuánto más famosa se hacía, más se preocupaba por su cuerpo. Así, su aspecto físico, además de por el propio paso de los años, ha cambiado de forma sorprendente. La Kim que conocimos en el reality show poco tiene que ver con la que conocemos en la actualidad. Por eso, además de su perfilada cara, lo que también llama la atención es su trasero. Y más después de que fuera portada en la revista americana Paper. La web recibió cincuenta millones de visitas en tan solo un día, el equivalente a un uno por ciento de todo el tráfico de Internet. Lo más curioso de todo es que el protagonista de las fotografías que aparecían en el medio era su culo. Junto a él, el lema Break the Internet -rompe internet-. Y, desde luego, que rompió todos los récords.

¿Sin retoques ni operaciones estéticas?

Ella misma confesó que su cuerpo era obra de la naturaleza, que nunca se había retocado ninguna parte de su trasero, pero debido a sus dimensiones y sus características, esta afirmación parece poco creíble. Lo cierto es que la portada de Paper marcó un antes y un después. Además, las búsquedas sobre su trasero en internet, en el año 2014, crecieron como la espuma, algo que tampoco ha cesado en los últimos años. No se sabe por qué el culo de Kim Kardashian provoca mucha curiosidad. Por eso, debido a la importancia que estaba tomando decidió asegurarlo, como hacen los futbolistas con sus piernas, su material de trabajo.

En 2017, durante unas vacaciones de Kim en México, se publicaron unas imágenes de su culo que distaban mucho de las que podíamos ver en sus redes sociales: pudimos ver un trasero real, con sus imperfecciones, celulitis, estrías y piel de naranja. Lo que también es cierto es que en el desfile de Balmain de este año en París, hemos sido testigos de que no le quedaban ni rastro de estas imperfecciones. Al parecer, Kim había estado haciendo uso de su propio producto, unas fajas que había sacado al mercado.

El arte de rentabilizar su trasero

Muchos rumores apuntan a que se habría gastado casi 100.000 euros en retoques estéticos.Y, entre ellos, claro, se encargó de esculpir su culo perfecto. Lo más curioso de todo es que ella ha convertido su trasero también en una fuente de ingresos y, hace un par de años, sacó su línea de diseño de objetos Kimoji. En la página web podíamos encontrarnos de todo: desde un ambientador que era su culo, una funda de móvil con su trasero repetido una infinidad de veces y hasta papel de regalo con su zona trasera.