1. Queda en un lugar público. Que el primer encuentro sea en un espacio en el que estéis rodeados de más gente y bien visibles es fundamental. 'Vaya obviedad', pensarás, pero resulta que el otro día me sorprendí teniendo que convencer a una amiga que, tras varios días hablando con un tío de Tinder, me decía que iban a alquilar una casa para su primera cita... Error de bulto. No todo el mundo tiene tan claro el peligro. En tu primera cita déjate ver.
2. 'Dónde, cuándo y con quién': cuéntalo. No solo es importante que estés a la vista. También lo es que pases coordenadas a amigas, amigos o personas de tu entorno más cercano. Alguien que esté al otro lado con toda la información y a quien mensajear desde el baño para contar que todo va guay (en el mejor de los casos) o para decir que no estás a gusto y te piras. En definitiva, una persona que esté al tanto de todos tus pasos. Entre mis amigas el mensaje de 'update' es obligatorio.
3. Si te sientes insegurx: 'pregunta por Ángela'. "¿Estás en una cita que no está funcionando? ¿Tu cita Tinder resulta no ser quien decía que era en su perfil? ¿Sientes que no está en una situación segura? ¿Te parece que la cosa es un poco rara?". Si vas a la barra y preguntas por Ángela, el personal del bar te echará un cable para salir de allí. Esta campaña se inició en Lincolnshire (Inglaterra) hace más de un año y su cartel, con esas instrucciones, dio la vuelta al mundo con un tuit. No sé si en tu bar de citas de cabecera -sí, yo tengo un par de ellos recurrentes por cuestión de confianza- estarán al tanto de esta iniciativa. Si no, siempre puedes contársela o simplemente acercarte y explicarles lo que pasa.
Y nunca jamás te sientas en la obligación o compromiso de quedarte. No le debes nada a nadie.
4. 'Stalkeo' previo como norma. Por estas cosas me encanta el siglo XXI. Yo antes de quedar con alguien tengo que saber ya unas cuantas cosas de su vida:
Otra cosita: no hay que sentir vergüenza por contar que lo has hecho. Si la persona en cuestión de tacha de 'loca' o similar: "hasta nunqui". No sé tú, pero yo me protejo.
5. Expectativas cero. Por mucha idea general que nos podamos hacer de la persona en cuestión tras la investigación y las conversaciones, internet es internet y es mejor no creerse nunca nada al 100%. Si en persona no te da buen rollo, fíate de tu instinto a pesar de que le gusten Los Planetas tanto como a ti.
6. Sé tú mismx. Ya me fastidia que suene a la típica frase de camiseta de Zara, pero es un consejo de verdad. A mí también me gusta jugar a 'disfrazarme' de francesa poniéndome boina si quedo con un francés, pero más allá de la tontería anecdótica, no hay que ser idiota ni perder la propia esencia. Si no estás cómodx o te das cuenta de que cambias tu discurso por agradar, hazte un favor: vuélvete a casa e invierte el rato en lectura.
7. Un plan que te apetezca. Mi primera cita más surrealista acabó en un karaoke. Superada la prueba de cantar a dúo, la comodidad más tarde fue mucho mayor.