Decidida a impedir la marcha de Can y con la intención de confesar sus sentimientos, Sanem llega a casa del fotógrafo. Sin embargo, las cosas no serán como ella espera. Allí está Polen. La espectacular exnovia de Can ha viajado por sorpresa con la intención de resolver sus problemas y darse una segunda oportunidad. La asistente no duda de que lo conseguirá. Polen es la mujer perfecta. Guapa, inteligente, amable, simpática... Lo tiene todo para poder reconquistar a Can.
Nada más conocerla, Sanem se hace pequeñita. No tiene nada que hacer. Si sus mentiras no fueran suficiente para separarla de Can, ahora está Polen. El fotógrafo nunca la elegirá a ella así que da marcha atrás y decide no pedirle que se quede. Sin darle explicaciones de por qué ha acudido a su casa en plena noche, Sanem vuelve a huir.
Después del intenso frustrado por retener a Can, Sanem vuelve a la carga con 'su albatros'. ¿Estará a tiempo de encontrar al misterioso hombre que la besó en la fiesta de la agencia? ¿Le hará él olvidar a Can? Sanem cree que si le encuentra podrá recuperar la ilusión. La 'operación albatros' arranca de nuevo. Y lo hace, nada más y nada menos, que con el hijo de una clienta.
Lo que ni imagina Sanem es que 'su albatros' y el hombre del que está enamorada es la misma persona. Can lo sabe y por eso tratará de evitar por todos los medios que su asistente se confunda. No quiere perderla y no dejará que caiga en los brazos de otro hombre y muerto de celos, monta un ridículo y loco numerito de celos con un cliente con motivo de una barba. "Esa barba es nueva, se habrá hecho un tratamiento o yo qué sé", dice indignado.
Después de dejarle claro a Sanem que su nuevo cliente no es su 'albatros', Can se desespera. ¿Por qué actúa de esa manera? El fotógrafo necesita respuestas y quiere acabar con este juego absurdo que les separa una y otra vez. Ha llegado el momento de confesar que él es 'el albatros'. "Tú lo que quieres es que me vuelva loco. ¿Qué vas a hacer con el albatros?", le dice a punto de besarla.