Can ha logrado recuperar su vida y su prestigio. Después de unos días complicados en los que su carrera ha sido puesta en entredicho por un supuesto plagio, el fotógrafo, gracias a la ayuda de Sanem y sus amigos, ha logrado resolver la situación. Lo que no sabe, es que aunque el problema se ha solucionado, el verdadero responsable no ha salido a luz. De ello se ha encargado Emre. No está dispuesto a perder a su familia y cuando descubre que Aylin es la persona que está detrás de la trampa, decide cubrirse la espaldas y obligar al hacker a mentir.
Ajeno a las mentiras, trampas y engaños de su hermano y Sanem, Can decide dar un paso adelante. Solo ha resistido estos días gracias a ella y ya no puede seguir ocultando lo que siente. Tras solucionar sus problemas legales, Can se declara. "Lo único que me ha importado en la vida ha sido la fotografía. Solo soy fotógrafo. Todo lo demás me ha dado siempre igual, me he apartado de todo. Solo estamos mi cámara y yo. Cuando me quitaron la licencia quise huir de todo para no regresar. No lo hice. Mi mundo no se derrumbó porque tú estabas ahí". Sin embargo, la respuesta que obtiene de Sanem no es la que espera. La culpa no le deja mirar a la cara al fotógrafo y decide rechazarle y negar sus sentimientos.