Pensaba que era un traidor y aún así se enamoró de él. Y ahora que sabe la verdad y que nunca intentó vender la empresa familiar, Sanem no es capaz de mirarle a la cara. Su argucias y sus mentiras para destruirle se han convertido en el mayor obstáculos entre ellos y por eso no puede confesar sus sentimientos.
Sin embargo, la verdad siempre sale a la luz. En un descuido, Can escucha una conversación con Cey Cey en la que reconoce sus sentimientos. "Ya no estoy prometida. Osman y yo lo hemos dejado. Es amigo mío de hace mucho tiempo y era un amor infantil. Además, besé a alguien en la oscuridad y me enamoré perdidamente. No pasó nada con él. Me enamoré de otra persona. Me enamoré de un hombre que nunca me amará". Can no tarda en darse cuenta de que Sanem habla de él.
Aunque se arrepiente de todo lo que ha hecho contra Can, Sanem ya no puede dar marcha atrás y por eso no puede seguir cerca del fotógrafo. Si la verdad sale a la luz, nunca la perdonará pero tampoco puede seguir a su lado sabiendo todo lo que ha ocurrido. Su conciencia no se lo permite. Por eso, trata de evitarle e intenta poner una barrera insalvable. "No tengo nada que decirte. ¿Por qué me presionas tanto? No lo entiendo". Sin embargo, Can no se lo pone nada fácil. Sabe que está enamorada y que no está prometida. Eso le basta para seguir luchando por ella.