La relación de Can y Sanem va viento en popa. Los compañeros de la agencia ya no se sorprenden al verlos y ellos ya no tienen que esconderse. Las muestras de cariño en público se han convertido en habituales e, incluso se dicen 'te quiero' en público sin importarles que alguien pueda escucharles.
Después de varios meses complicados, la vida les sonríe en todos los aspectos. Ellos están felices y la crisis de la agencia parece haber pasado a la historia. El nuevo cliente supone una importante inyección de dinero y de moral para todos.
La alegría les dura poco. La madre de Can regresa a Turquía y con ella vuelven los problemas. El primer encuentro con Sanem marcará su relación. Y es que a la aspirante a escritora le molesta la actitud altiva de esa desconocida que maltrata a los gatos del barrio. "Invierta en sus modales para convertirse en un verdadero ser humano. Cree que lo puede comprar todo con su dinero pero hay cosas que no están en venta", le dice muy enfadada.
La situación entre ellas se complica aún más cuando Sanem descubre que esa señora maleducada es la madre de Can. Todo entre ellas se tensa. "Me ha causado una impresión terrible", dice la señora Hüma, que actuará en consecuencia. A partir de ahora su intención está clara: romper la pareja y que Can empiece una relación con Ceyda.