Berto González 13 JUN 2025 - 20:00h.

Han pasado doce años desde la muerte de Sara Montiel, una de las grandes vedettes del cine y la música en España. Sin embargo, el misterio en torno a su fortuna continúa vigente. Aunque su carrera fue larga y exitosa, sus hijos Thais y Zeus Tous Montiel, apenas heredaron lo que cabría esperar del legado de su madre. Deudas, estafas y una serie de desajustes financieros acumulados por parte del administrador de la artista, han sido los motivos por los que el patrimonio de Sara Montiel nunca ha llegado a sus hijos.

Sara Montiel comenzó su carrera a los 14 años, en 1944, y desde entonces no se detuvo ni un momento. Con decenas de películas y discos, se convirtió en un icono cuya carrera artística fue seguida de cerca tanto por el público como por la prensa a lo largo de toda su vida. Si embargo, el total exacto de su patrimonio nunca ha llegado a saberse en su totalidad. Lo que sí se sabe es que en los últimos años de su vida atravesó serias dificultades económicas debido a una traición en el círculo más íntimo de su confianza: su administrador personal.

Una estafa económica que marcó los últimos años de Sara Montiel

Francisco Fernández Peñalver, quien fue el administrador del capital y los bienes de Sara Montiel, fue condenado en 2017 a 18 años de prisión por estafa. El proceso judicial fue largo y arduo. Comenzó en 2010 y terminó siete años más tarde. La defensa de la artista reclamó más de 550.000 euros, aunque finalmente solo pudieron probarse judicialmente alrededor de 340.000 euros. Según su abogada, la dificultad del caso estaba en la antigüedad de los hechos y en que Fernández Peñalver contaba con poderes notariales que le otorgaban control total sobre el dinero de la artista. La trazabilidad de los movimientos económicos resultó casi imposible ya que el administrador tranfería dinero de las cuentas de la artista a la suya personal, y a una tercera cuenta de gastos sin dejar apenas rastro.

Este episodio marcó un antes y después en la vida de Sara Montiel, ya que fue un duro golpe emocional que no vio venir de parte de una de sus personas de mayor confianza. La artista, a sus 82 años, no solo se enfrentó a esta traición personal, sino también a una situación financiera que la dejó en una situación crítica. "Le puso la puntilla en los últimos años de su vida", comentó la abogada de la artista. Las cuentas quedaron prácticamente vacías, y al proceso judicial se sumaron numerosas deudas que habían sido generadas por el administrador, ya que también dejó de pagar facturas y recibos.

Una herencia llena de deudas y un piso en el barrio de Salamanca

A pesar de todo, Sara Montiel logró sanear casi todas sus finanzas antes de fallecer en 2013, evitando así que sus hijos heredaran deudas. Aún así, el patrimonio económico recibido por Thais y Zeus fue muy inferior al esperado. La única propiedad que se sabe que heredaron fue el piso en el que vivió la artista hasta el final de sus días, ubicado en el barrio de Salamanca de Madrid. Un inmueble de unos 200 metros cuadrados útiles, con 143 metros cuadrados de terraza y una piscina, que según se publicó en su momento, fue vendido por sus herederos por una cifra cercana a los tres millones de euros.

Se sabe que el comprador del inmueble fue un fan de la artista, el acaudelado empresario mexicano Joel Juárez Fernández, sobrino del fallecido Antonio Fernández, quien fue magnate de las cervezas Coronita. El dinero recibido de la venta de este inmueble lo utilizaron para pagar los costes judiciales que su madre no pudo hacer frente durante el largo proceso judicial y parte de las deudas que no le dio tiempo a sanear.

En el plano empresarial, Thais y Zeus Montiel también administraron durante un tiempo las sociedades que pertenecieron a sus padres. 'Linche S.A.', centrada en el sector inmobiliario, fue liquidada en 2021. Por su parte, 'Epi S.A.', que también opera en el mismo campo, aún sigue activa, aunque en sus últimas cuentas, correspondientes a 2022, apenas superó los 500.000 euros en ventas.

Hoy en día, los hijos de Sara Montiel pueden al menos mirar atrás sabiendo que su madre, en medio de la complicada situación económica que atravesó, hizo lo posible por no dejarles una carga mayor. Sin embargo, la herencia que recibieron es el reflejo de una historia marcada por el brillo de la fama y la sombra de la traición por parte de su administrador.

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