La vida de Sara Montiel a través de sus romances e historias más increíbles: de Hemingway a los huevos a Marlon Brando

Su trayectoria está trufada de anécdotas, a veces, demasiado buenas para ser ciertas
Los amores de Saritísima
Sara Montiel, Saritísima, fue una de las mayores estrellas populares que dio el cine español entre las décadas de 1950 y mediados de la de 1970, y una presencia fija en revistas y programas del corazón hasta su muerte, en 2013, a los 85 años. Representaba un tipo de actriz para la que el pacato cine español de la dictadura (y su censura) no estaba preparado, algo así como la versión ibérica de Ava Gardner, y siempre fue la encarnación de aquella famosa frase de Norma Desmond en 'El crepúsculo de los dioses': “Yo soy grande, son las películas las que se han hecho pequeñas”.
La figura de la Montiel se desgrana en 'Súper Sara', una nueva docuserie de Max, dirigida por Valeria Vegas, que toca muchas de las piedras fundacionales de mito de la actriz y cantante, famosa por traer a España el método que se usaba en Hollywood para potenciar el glamour de sus actrices: poner una media delante del objetivo. Y esa media debía ser del número 9, gris, y de Dior. Por supuesto, no fue el único momentazo que la Montiel dejó para a posteridad.
Detrás de Sara Montiel

Para empezar, Sara Montiel no era Sara Montiel. Había nacido como María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Abad Fernández en Campo de Criptana (Ciudad Real), en 1928. Pese a ese nombre tan sonoro, la familia no era rica. Como ella misma afirmaba en sus memorias, “nací pobre, pero increíblemente bella”. La familia se mudó a Orihuela (Alicante) después de la Guerra Civil y allí empezó su ascenso a la fama a partir de un concurso regional de talentos, celebrado en Madrid, en el que representaba a su provincia de acogida. El nombre de Sara Montiel lo sugirió Enrique Herreros, cartelista y humorista que fue también su manager personal hasta 1962.
Los huevos de Marlon Brando
En 1954, y previo paso por México, cuya cinematografía atravesaba una edad dorada, Sara Montiel dio el salto a Hollywood con el western 'Veracruz', con Gary Cooper y Burt Lancaster. En ese rodaje conoció a su primer marido, el director Anthony Mann, y a través de él pudo codearse con las estrellas del momento. Esto llevó a que contara que, en una ocasión, le había hecho a un hambriento Marlon Brando, que apareció en su casa de madrugada, sus famosos huevos fritos con ajo. O que James Dean le había propuesto irse a dar una vuelta en el coche nuevo que se había comprado justo el día de su accidente mortal. ¿Eran ciertas esas historias? Solo si Sara las contaba.

Romances que hacen época
Del mismo modo, al final de su vida desveló que había tenido romances con algunas de las figuras más importantes de la intelectualidad española, como Severo Ochoa, premio Nobel de Mediciná Dolo en 1959, y a quien conoció durante su etapa hollywoodiense. La actriz contaba que llevaron su relación en secreto, ya que él estaba casado, y que había sido el amor de su vida, pero los biógrafos del científico no han conseguido encontrar pruebas que refrenden esa afirmación. Sí es cierto que ambos eran amigos. Saritísima confesó también haber mantenido un breve romance con el dramaturgo Miguel Mihura y con Ernest Hemingway, a quien conoció en Cuba. Con ninguno se casó; después de Mann, contrajo matrimonio con Vicente Ramírez, Pepe Tous, con quien adoptó a sus hijos Thais y Zeus, y con Tony Hernández, ya en los 2000. Cuando los paparazzi descubrieron esa relación, Sara inmortalizó la frase “¿pero qué pasa, qué invento es esto?”.
La más taquillera
En un momento de su etapa en Estados Unidos, durante un fugaz viaje a España en 1957, Sara rodó una película de bajo presupuesto titulada 'El último cuplé'. La hizo más por amistad con su director, Juan de Orduña, que la había dirigido en su primera película, 'Locura de amor', y acabaría siendo su mayor éxito de taquilla. Su particular manera de cantar, con aquella voz grave y arrastrando las palabras, y la historia de la cupletista en horas bajas que recuerda su vida construyeron la película más taquillera del cine español hasta 1970, cuando la destronó 'No desearás al vecino del quinto'. En 'El último cuplé' estaba una de las canciones más asociadas a la figura de la Montiel: 'Fumando espero'.
Siempre icónica
Sara Montiel mantuvo su estatus de leyenda incluso en los últimos años de su vida, cuando su situación tras la muerte de Pepe Tous, en 1993, y la relación con sus hijos pasó a ser de lo que más se hablaba de ella. Aún tuvo tiempo de prestarse para la promoción de los premios MTV Europe Music Awards de 2002, con un spot en el que simplemente decía “marvelous”, y de colaborar con Fangoria en el videoclip de su canción 'Absolutamente', en 2009.