Maribel Verdú y su desconocida vida como abuelastra del nieto de Pedro Larrañaga

Maribel Verdú siempre tuvo claro que no quería tener hijos propios
Así es la casa de Maribel Verdú en el centro de Madrid: colores neutros, madera y muchos libros
Pocos son los personajes a los que Maribel Verdú no sea capaz de dar vida gracias a su profesión, tanto es así que es muy probable que todavía no se haya dado el caso, porque sus interpretaciones siempre son memorables. La actriz lleva toda la vida dedicada a su carrera y gracias a eso cuenta con el aplauso de la crítica, el reconocimiento de los compañeros y el cariño del público.
Ella ha querido que sea su carrera la que la represente, lo que haga que se la reconozca entre el gran público, aunque tampoco le ha sido demasiado complicado, se ha centrado en esta faceta de su vida siempre que ha hablado de sí misma, sin ocultar su vida personal, pero dejando que su carrera se llevara todas las luces. Siempre intentando apostar por la discreción, tampoco ha tenido reparos en hablar de sus relaciones, tanto las pasadas como la presente, que mantiene desde hace más de 25 años con Pedro Larrañaga.
Pedro forma parte de una de las sagas de intérpretes más conocidos del país, hijo de Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo, algunos de sus hermanos sí que siguieron los pasos de sus padres en el mundo de la interpretación (Amparo Larrañaga y Luis Merlo). Él optó por alejarse un poco, pero no demasiado, puesto que él ejerce como productor teatral.
Maribel Verdú, abuelastra del nieto de Pedro Larrañaga
La pareja se conoció gracias a Luis Merlo, hermano de Pedro y amigo de Maribel, “Estaba haciendo Canguros con él y, leyendo un guion que había escrito Pedro en donde había muchos personajes, me enamoré de la pelirroja. Le dije que quería hacerlo. Me contrataron, lo hice y ahí me enamoré”, explicó la actriz en el programa de Jesús Calleja.
Su relación con Pedro cambió su forma de ver el mundo, “Cuando lo conocí, hacía cinco películas al año, porque lo que quería era salir de mi casa. Pero desde que estamos juntos, lo que me gusta es disfrutar de la vida con él. Escojo cosas en las que creo de verdad”, reveló la actriz sobre cómo su vida cambió. De hecho, ella tenía claro que nunca se casaría y en 1999 le daba el ‘sí, quiero’ a quien todavía es su marido.
Esta relación le ha hecho replantearse muchas cosas, pero no sus planes de ser madre, que nunca existieron. Este era uno de los motivos por los que sus relaciones anteriores no tenían futuro, “Sabía que tenían fecha de caducidad, porque ellos querían tener hijos y yo no”. No sucedió así como Pedro, quien ya tenía un hijo de una relación anterior. Su hijo fue padre en 2011, convirtiendo en abuelastra a la actriz a los 40 años.
La actriz siempre ha tenido una estupenda relación con el hijo de su pareja, que también se llama Pedro, por lo que la llegada al mundo de este nieto fue un regalo para toda la familia. Bel, como la llaman sus seres queridos, nunca ha querido llevar una vida convencional y lo ha logrado, rodeándose de todos lo que le hacen feliz y le acompañan en sus aventuras.