Eugenia Martínez de Irujo explica por qué no quiere que su hija Tana Rivera le dé nietos

Los años noventa fueron época de bodas históricas de la crónica social española. Algunas de ellas trascendieron de los límites de esta, llegando a ser televisadas incluso. Es el caso de Eugenia Martínez de Irujo y Fran Rivera, que se casaron en octubre de 1998 en la catedral de Sevilla. La hija de la duquesa de Alba y el hijo de Paquirri y Carmina Ordóñez mantuvieron una relación muy seguida por los medios de comunicación, durante la cual nació la única hija en común de ambos, Tana Rivera. Recientemente, la aristócrata se ha sincerado sobre la posibilidad de que esta le dé nietos, algo que, como también ha manifestado su exmarido, rechaza. ¿Por qué prefiere que esto no ocurra?

La discreta vida de Tana, la hija de Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo

Tana, la única hija de la duquesa de Montoro y la primogénita del torero (que tuvo dos hijos más, Carmen y Curro, con su segunda esposa, Lourdes Montes), ha mantenido un perfil mediático más bajo que el de la mayor parte de su familia. Así, tras haber estudiado Administración y Dirección de Empresas, se ha centrado, en lo profesional, en la organización de eventos en los últimos tiempos, lejos del foco. También fuera del mismo ha quedado su discreta relación con Manuel Vega, con quien empezó hace un par de años.

Aunque sí ha hecho apariciones públicas, acompañando a sus padres mayoritariamente, Tana suele preferir no dar declaraciones. Es por eso por lo que habitualmente los medios suelen preguntar a sus padres y otros familiares con respecto de sus novedades personales y laborales. Así ocurría, por ejemplo, el pasado octubre, cuando Eugenia descartaba de plano una posible boda de su hija y el novio de esta ante los medios, después de que Rivera recibiese el ramo de novia en la boda de unos amigos. "Qué pesados con la boda, no se van a casar", declaraba entonces Martínez de Irujo.

Eugenia Martínez de Irujo aclara por qué no quiere ser abuela

Algo similar ha ocurrido ahora sobre la posibilidad de una eventual maternidad de su hija, que tiene veinticuatro años. Ha sido durante un acto solidario de la Fundación Querer durante el cual la hija de Cayetana Fitz-James Stuart ha atendido a los medios de comunicación. Preguntada por el nacimiento del primer hijo de su sobrino, Carlos Fitz-James Stuart, del que se enteró por la prensa, Eugenia ha admitido que un niño "siempre es una alegría". Una máxima que, no obstante, matiza en relación a su propio caso.

Al ser interrogada sobre si quiere tener nietos pronto, Martínez de Irujo ha sido tajante. "Abuela no", ha contestado directamente, revelando los motivos por los que no querría que su hija se convirtiese en madre próximamente. La aristócrata quiere que su hijo tarde mucho, "dentro de lo que cabe", en formar una familia. "Que disfrute la vida, que disfrute de su noviazgo, que disfrute de todo y luego ya los niños". Como ha explicado, la llegada de hijos es un giro vital muy destacado. "Te cambian mucho, te cambia totalmente la vida, con lo cual todavía tiene tiempo, es muy joven y Manu también", ha explicando, señalando, eso sí, que la idea le seduce si se la plantea "en un futuro".