Andreu Buenafuente y Silvia Abril enseñan como nunca a su hija Joana y sus seguidores opinan: "Ha salido al padre"

  • Andrea Buenafuente y Silvia Abril tienen una hija de 8 años llamada Joana

  • El matrimonio, muy receloso de su intimidad, habla de la pequeña o posa junto a ella en contadas ocasiones

  • El humorista ha colgado un posado familiar en el que se apreciaba parte de su rostro

Su experiencia con la paternidad podría ser carne de uno de sus monólogos. “El colmo de los dos payasos es que nos haya salido una hija seria”, señalaba Silvia Abril en una entrevista con XL Semanal. Porque Joana, su única hija con el también humorista Andreu Buenafuente, no ha heredado el poco sentido del ridículo y el gen gamberro de sus progenitores. Parece un chiste que con dos padres así, esta “niñadolescente” de 8 años no soporte que estén todo el día gastando bromas. Incluso les ha llegado suplicar que “dejen de hacer tonterías todo el rato”. Esto y todo lo que sabemos de la pequeña es lo que los humoristas (muy discretos con su intimidad) nos han permitido conocer.

Es “valiente, con autoestima y seguridad”, tiene “un flequillo de Mowgli” que va acorde con su personalidad, le encanta dibujar, crear sus propias coreografías e incluso improvisa sus propias obras de teatro. Una fortísima personalidad y una creatividad que tiene el sello de Buenafuente y Abril, que con el nacimiento de Joana vieron cumplidos sus deseos de formar su propia familia.

Pese a tener sus currículum cuajado de programas de éxitos, el matrimonio es sumamente con su vida privada. En contadísimas ocasiones hablan en público sobre la pequeña o publican imágenes junto a ella en sus redes sociales. Y si lo hacen, tratan de ocultar su rostro con ingenio –al igual que lo hacen muchas de nuestras celebrities- para blindar su anonimato.

En su último posado familiar, Buenafuente mostraba como estaba triunfando el libro de la periodista Nieves Concostrina en casa con una imagen en la que aparecía acompañado de su mujer y su niña, que leía atentamente esta obra, ‘La historia en apuros’. Pese a que el encuadernado únicamente nos permitía contemplar la mirada de Joana, había quienes se atrevían a sacarle cierto parecido con Andreu: “Tenéis la misma mirada y los mismos ojos, ha salido a ti”, exclamaba una usuaria al ver esta escena. “Ya está más grande que los padres”, opinaba otra.

Joana o cómo crecer entre la inquietud de Silvia y el mundo interior de Andreu

La pareja está educando a su hija sin miedos, sin mucho móvil ni pantallas pero con cierta permisividad, forjando a una personita que ha sido capaz de “explorar sus límites” y de la que no pueden sentirse más orgullosos. Abril es un “culo inquieto” con un sinfín de manías que respeta el mundo interior de un ‘showman’ que se desinfla cuando las cámaras se apagan. Entre estos dos universos tan marcado, ha ido creciendo Joana, que más pronto que tarde aprenderá de estas dos figuras a extraer la nota cómica de cualquier asunto, que de eso en casa algo se sabe.