Natalia denuncia la espantosa y trágica experiencia que ha vivido en su vecindario: "No deseo nada bueno a ese malnacido"

  • La cantante de 'OT 1' ha visto cómo uno de sus perros moría por envenenamiento en la puerta de su casa

Natalia Rodríguez está rota de dolor. La cantante de 'OT 1' acaba de despedir a un miembro muy importante de su familia, después de que este haya sido envenenado en plena calle. La artista ha querido denunciar públicamente el horror que ha vivido estos últimos días, después de decir adiós a uno de sus perritos.

La que fuera concursante de la primera edición de 'Operación Triunfo' ha visto cómo uno de sus mastines se moría en sus brazos después de haber sido envenenado en el patio exterior de su propia casa.

Un horror que la cantante de Sanlúcar de Barrameda ha querido denunciar a través de sus redes sociales, mientras ha enviado sus peores deseos al 'monstruo' que ha llevado a cabo esta terrible acción. "No le deseo nada bueno al malnacido que ha puesto veneno al lado de mi casa. Mi perro ha muerto envenenado", ha escrito muy dolida junto a una fotografía en la que se la puede ver con la que era una de sus muchas mascotas.

La cantante de 'Vas a volverme loca' es una amante empedernida de los animales. En su casa tiene a varios mastines, a quienes cruzaba recientemente, además de varios gatos. La pérdida de uno de sus perros ha sido un golpe fortísimo para ella, que no ha podido evitar llorar y refugiarse con su comunidad de 'followers'.

A pesar de que a muchos pueda parecerles una barbaridad, el envenenamiento de perros es una práctica bastante extendida en toda España. Cebos de comida con clavos en su interior, matarratas… los métodos son varios y todos igual de crueles. La Guardia Civil ya ha advertido en varias ocasiones de las prácticas que suelen utilizarse, así como dado recomendaciones a los dueños de mascotas para intentar evitar el envenenamiento y muerte de los animales.

Los síntomas más frecuentes que suelen presentar perros y gatos que han sufrido un envenenamiento suelen ser fiebre, desorientación, babeo excesivo, convulsiones, parálisis, temblores, jadeos, ansiedad y vómitos y diarreas con sangre. Prestar atención a este tipo de síntomas es muy importante y siempre se recomienda visitar al veterinario para una detección precoz, ya que aunque no todos corren tanta suerte, en algunas ocasiones es posible salvarles la vida.