Tamara Gorro se sincera: "El proceso de adopción de mi tercer hijo va mal"

  • La influencer ha vuelto a hablar de sus planes de volver a ser madre junto a Ezequiel Garay

"Mi marido y yo estamos en proceso de adopción". Así, con estas palabras, Tamara Gorro anunciaba sus planes de ser madre de su tercer hijo. Lo hacía durante una conversación con Albert Rivera en 'Un like para...', su formato de entrevistas en Mtmad. Allí, a raíz de un intenso debate con el líder de Ciudadanos sobre la gestación subrogada, la influencer hizo públicos sus planes de futuro junto a Ezequiel Garay. Ahora, varios meses después, sabemos en qué punto se encuentran los trámites de adopción.

A través de un preguntas y respuestas en sus stories de Instagram se repitió una de las dudas más habituales entre su familia virtual: "Cómo llevas el proceso de adopción". Una cuestión que, vista su contestación, no está siendo nada fácil para los Garay Gorro. "¿La verdad? Mal, y no por nosotros". Esta era, precisamente, una de las cuestiones que denunciaba en su programa para Mtmad: que se agilicen los trámites para que no supongan varios años de papeleos y angustias. "En África, China, en Argentina. Me da igual. Pero, ¿por qué no puedo hacerlo aquí?", planteaba por entonces.

La adopción fue la primera opción de Tamara Gorro y Ezequiel Garay para ser padres. Después de mucho tiempo intentándolo, la pareja se planteó nuevos métodos. Finalmente se descantaron por la gestación subrograda y, en octubre de 2015, dieron la bienvenida a la pequeña Shaila. Dos años después, por sorpresa, la influencer se quedaría embarazada de su hijo Antonio. ¿Llegará el momento en el que formen una familia numerosa?

Así afrontó la maternidad después de dar a luz a Antonio

En este 'Q&A' no solo se habló de adopción. Ante una pregunta de uno de sus seguidores sobre las secuelas físicas y emocionales del embarazo, Tamara Gorro quiso sincerarse y visibilizar la cara B de la maternidad. "Esta tripa fue poco después de parir. La publiqué porque quería mostrar la realidad. Cómo nos quedamos y lo sensibles que también estamos. La cesárea, más que emocionalmente, fue físico. Me dolía"; contaba en un story junto a la siguiente instantánea.