Tamara Gorro, sobre la vida con niños tras dos meses separada de ellos: "Hemos tenido que cambiarlo todo"

  • Así es la nueva vida de Tamara Gorro tras dos meses separada de sus hijos Shaila y Antonio

Las vidas de Tamara Gorro y Ezequiel Garay han dado un giro de la noche a la mañana. El regreso de sus hijos a casa tras dos meses separados de sus padres ha provocado una revolución (para bien) en la familia, que estaba desesperada por volver a verse las caras. Que sus hijos se marchasen a Madrid a vivir una temporada con sus abuelos lo provocó el positivo en coronavirus del futbolista, que tuvo que estar semanas aislado para evitar un contagio. Y ahora, con ellos de vuelta, ambos están encantados con esta nueva rutina.

Lo que jamás esperaron ni él ni su mujer era que, una vez superada la cuarentena, sería tan complicado conseguir traer de vuelta a su casa de Valencia a los pequeños Shaila y Antonio. Los días previos a su reencuentro, la presentadora se mostraba desesperada e impotente al pensar que tendría que esperar hasta julio, fecha en la que se abrirá la movilidad interprovincial sin necesidad de tener razones de fuerza mayor. Sin embargo, el hecho de que los niños fuesen a volver a su residencia habitual permitió que ese momento tan esperado llegase antes de lo esperado.

Para la Gorro, volver a tener a sus peques con ella “significa victoria”. “He pasado miedo, incertidumbre y angustia por no saber cuándo podría abrazar a mis hijos y sobre todo por ser consciente de lo mal que ya lo estaban pasando. He tardado cuatro semanas en conseguir todos los permisos necesarios para justificar ante las autoridades el motivo del viaje. Muchos papeles y estrés pero siempre cumpliendo la ley y sobre todo siendo responsables”, aclaraba hace apenas unos días.

La nueva vida de Tamara Gorro tras reencontrarse con sus hijos

Ahora, una vez superada la emoción, toca disfrutar los cuatro. Prueba de ella, el último vídeo de Youtube en el canal de Tamara, donde se ha sincerado sobre esta nueva rutina con niños. “¿Qué he hecho para acoplarme al cambio?”, ha planteado. “Antes me levantaba, hacía deporte y me ponía a trabajar”, ha explicado. Desde que Shaila y Antonio han vuelto, ese rato sigue teniéndolo para ella, hasta las 13 horas, que su marido se tiene que ir a entrenar y se encarga ella de sus hijos.

Ya no se puede tomar las cosas con calma. Los peques no perdonan horarios y cuando hay que comer, se come. Además, como es tradición, la Gorro ha recuperado sus sesiones de belleza con su hija, que ya es una experta en los tutoríales de make up. Eso sí, la pequeña le ha hecho una confesión por la que su madre no está dispuesta a pasar: “Sabes que ahora no me ducho, ¿verdad?”