Gimnasios o alfombras para estimular el desarrollo del bebé: descubre todos sus beneficios

  • Los gimnasios o las alfombras para bebés serán fundamentales para estimular el desarrollo de los más pequeños.

  • Este tipo de accesorio le proporcionará una infinidad de ventajas a los más pequeños y podrán descubrir el mundo que les rodea a través de los sentidos.

Los bebés comienzan a relacionarse con el mundo a través de los sentidos, por eso, será muy importante que pongamos el foco en el desarrollo de los pequeños. En sus primeros meses, esa exploración será fundamentalmente sensorial. Así, el oído, el tacto y la vista serán los sentidos más desarrollados y con los que irán descubriendo todo lo que les rodea. Es por eso que las mantas de actividades se convertirán en una de las mejores herramientas para que puedan descubrir el mundo.

Gracias a estos gimnasios, los pequeños podrán incorporar, de manera integral, todas las texturas, los sonidos y los colores. Sí que es cierto que en el mundo de la puericultura nos podemos encontrar con distintos dispositivos para colocar sobre la cuna, aunque siempre será más recomendable las mantas en el suelo para aprovechar mejor su desarrollo. Estos cobertores contarán con una variada gama de accesorios coloridos y flexibles, que favorecerán el juego y el aprendizaje del niño.

El movimiento libre, muy importante para el desarrollo del bebé

Este tipo de gimnasios tendrán barras de ejercicios, de las que colgarán distintos elementos que entretendrán al pequeño. Así, el bebé podrá investigar todo lo que quiera. Eso sí, será muy importante que las mantas de actividades tengan formas definidas que estén al alcance de la mano del pequeño. De esta manera, boca abajo, el pequeño podrá levantar la cabeza y adquirirá una mayor movilidad en sus manos. Pero, ¿cuáles son sus beneficios?

Cabe destacar que el movimiento libre será importantísimo para los bebés y para que comiencen a conocer las posibilidades que le proporciona su cuerpo. Así, desde bien pequeños será recomendable colocarles boca abajo con la manta, lo que ayudará a que se fortalezcan los músculos del cuello y de la espalda, algo que será totalmente necesario para que comiencen a andar. También, la cercanía de distintos objetos coloridos y de formas y texturas aportará al niño cierto entusiasmo por aprender y seguir descubriendo lo que hay a su alrededor.

Ejercitar los músculos de todo su cuerpo

Lo más normal será que estas alfombras tengan mordedores, espejos, objetos con cascabeles y sonidos diversos. Estos elementos serán muy útiles, ya que contribuirán al entretenimiento del bebé. También, los denominados ‘gimnasios para bebés’, con arcos blandos cruzando la superficie, permiten encontrar los diferentes estímulos al estirar los brazos y las piernas. Esto favorecerá la coordinación, además de permitir ejercitar todos los músculos del cuerpo. De esta manera, el desarrollo sensitivo acompañará al desarrollo cognitivo, gracias a los juguetes que favorecen esta relación de causa-efecto, y el pequeño irá ganando en autonomía.

Ganar confianza y autoestima

Al estar el pequeño boca abajo, se favorecerá la plagiocefalia postural, ya que en el caso de que pasen la mayor parte del día boca arriba, la parte de arriba de la cabeza podrá sufrir un aplanamiento. Esto podrá prevenirse con la manta en el suelo. Eso sí, si echamos un vistazo a las distintas variedades que podemos encontrar en el mercado, podremos observar que hay alfombras con unos accesorios u otros.

Comenzar a tener la necesidad de explorar mundo

A partir del tercer mes, el bebé comenzará a sentir, por primera vez, la necesidad de explorar el mundo, después de estar un tiempo acurrucado y durmiendo. Aunque no sabrá diferenciar los colores, sí que podrá distinguir el contraste entre uno u otro. A partir de los seis meses, los pequeños tendrán más relación con el propio movimiento y ese mundo en el que está viviendo. Al estirar las manos y encontrar un objeto, el bebé experimentará distintas sensaciones, como las auditivas, las táctiles y las visuales. Además, en el caso de que le llame la atención el juego, lo más probable será que repita el juego durante varias veces.

También, la manta de juegos será recomendada a partir de los siete y los ocho meses, ya que ofrecerán distintas texturas; unas más suaves, lisas, crujientes y blandas. Además, sus dedos ya actuarán a conciencia y serán capaces de diferenciar cada superficie.

Una actividad muy útil, incluso cuando ya sepan andar

Hasta los doce meses, la manta de actividades será especialmente útil y, por eso, no habrá que desestimar este objeto, incluso cuando los pequeños hayan empezado a caminar. Además, este tipo de mantas no ocuparán mucho espacio y al niño le gustará tener su propio espacio. Por tanto, este tipo de objetos le proporcionarán una infinidad de beneficios a los más pequeños desde los tres meses hasta, al menos, los dos años.

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