¿Qué es el método Ogino Knaus? Ventajas y desventajas de la abstinencia basada en el ciclo menstrual

  • Si no queremos quedarnos embarazadas, nos podemos encontrar una infinidad de métodos, que serán más o menos fiables.

  • Uno de ellos es el método Ogino Knaus, que consistirá en periodos de abstinencia basándose en los ciclos menstruales.

Si estamos buscando no quedarnos embarazadas, nos podemos encontrar una infinidad de métodos que serán de poca o dudosa eficacia. Pese a que la mayoría de parejas suelen decantarse por métodos anticonceptivos como el preservativo, la píldoras, el aro vaginal o el DIU, habrá otras personas, que por sus creencias o porque piensan que estos métodos no serán del todo recomendables para su salud, rechacen cualquiera de los anteriormente mencionados y se decanten por algún método más 'natural'. Así, uno de los más seguidos es el método Ogino-Knaus.

Qué es el método Ogino Knaus

Este método consistirá en un registro en el que habrá que tener en cuenta cuáles son los días más fértiles para la mujer para saber cuándo puede quedarse embarazada o cuándo debe evitarlo. Por tanto, además, este método también servirá a aquellas mujeres que estén buscando quedarse en estado. Aunque eso sí, no será al cien por cien fiable en ninguno de los dos casos.

Este método se calcula en ciclos de 26 a 32 días en los que se considera la menstruación como punto de partida, es conocido como el del calendario o del ritmo y fue idea del ginecólogo japonés, Kysaku Ogino, quien le da nombre, en 1924.

Si se realiza de forma correcta se estima que su eficacia, como método anticonceptivo, es de un sesenta por ciento. Además, será más susceptible debido a las distintas variaciones que pueden sufrir los ciclos de un mes a otro. Esta cifra es realmente baja si lo comparamos con la de los métodos anticonceptivos, que suelen rozar el 90 y casi el cien por cien. Para el objetivo contrario, para quedarse embarazada, este resultará efectivo en, aproximadamente, un ochenta por ciento de los casos.

Cómo se calcula

Como ya hemos comentado, este método suele ser el más utilizado por aquellas mujeres que rechazan los métodos anticonceptivos con hormonas, evitando los posibles efectos secundarios que estas pueden crear en su cuerpo. Para llevarlo a cabo, lo más recomendable será contabilizar la duración de todos los periodos desde los seis meses hasta el año. De esta forma, la mujer podrá tener una referencia aproximada de la duración media de la menstruación. Un hecho que será clave a la hora de llevar a cabo el método. Así, se considerará el primer día de sangrado como el punto de partida hasta el día anterior al siguiente ciclo.

Esto requerirá un seguimiento casi diario durante el tiempo que se considere necesario. El objetivo será evitar, en la medida de lo posible, un embarazo no deseado. Para determinar los días no fértiles se restará 18 a la cifra del ciclo más corto y 11 a la más largo. Esto se hace así porque se considera el día 14 de cada periodo como el primer día de ovulación, pero se dan cuatro días de margen para las posibles variaciones que pueden darse en el ciclo menstrual. Por lo que juntando ambas cifras resultan en el 18 que se resta.

Las cifras obtenidas se considera que son las que cuenta con una mayor probabilidad de fertilidad, mientras que las anteriores y las posteriores son aquellas en las que la posibilidad de embarazo se reduce. El fisiólogo Hermann Knauss trató de perfeccionar el método originalmente desarrollado por Ogino, afirmando que al ciclo más corto había que restar 17 y al más largo, 13.

Sus riesgos

Como ya hemos comentado, este método conlleva una serie de riesgos. Los ciclos menstruales no suelen ser regulares, de forma general, por lo que no se trata de un método anticonceptivo eficaz para aquellas mujeres cuyos ciclos varíen de un mes a otro. Además, algunos expertos señalan que solamente el treinta por ciento de los periodos de días fértiles señalados por este método coinciden con los reales.

Existen diversos condicionantes que podrán modificar los ciclos menstruales, como son los cambios de clima, los nervios, el estrés y alguna que otra enfermedad. Sobre todo, esto será importante para las adolescentes, ya que, desde la primera menstruación, los ciclos menstruales podrán variar en su duración y hasta el paso de los años no llega a estabilizarse. También, hay que tener en cuenta que, al no usar otro tipo de protección adicional, no se evitará el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).