La actriz, que a menudo tiene que lidiar con las especulaciones sobre el porqué de su soltería, habla muy claro sobre su momento vital y la posibilidad de tener pareja. "Mi vida la manejo yo y si algún día alguien se incorpora a ella, nos adaptamos y todo va estupendo, pues maravilloso. Y si no ocurre, no pasa nada. Yo tengo a mi hija y soy la más feliz del mundo", ha dicho Mónica.
Antonella llegó a su vida hace ya casi tres años, tras someterse Cruz a un tratamiento de inseminación artificial: "No iba a dejar mi vida en manos de un hombre y esperar a que llegara el momento adecuado para ser madre, que igual ya se me habría pasado el arroz". Y sigue sin prisa por encontrar ese amor: "Cuando aparezca, aparecerá, que haya tenido una hija sola no significa que tenga fobia a los hombres", dice con rotundidad. Entonces, ¿qué tiene que tener un hombre para enamorar a Mónica Cruz? "Que sea un hombre, con todas las letras".
Ahora Penélope está en Madrid y Mónica y Antonella disfrutan mucho de su compañía y de la de los pequeños Luna y Leo. "Los primos están muy juntos y eso es muy bueno para ellos y para mí", cuenta. La familia es un pilar importante para los Cruz, que siguen recuperándose del fallecimiento de su padre, Eduardo -murió en junio de 2015-. "Le echo mucho de menos, eso va a ser siempre así, estoy aprendiendo a vivir con ello, que no es fácil. La vida te pone estas cosas, que no te las esperas, y hay que ir aprendiendo a colocarlas".
Pero su consuelo y su todo es la pequeña Antonella, "mi hija ya empieza a decirme 'Te quiero mami', y eso, al final, es lo más", dice Mónica sonrisa en boca.