El vínculo afectivo y su relación con los objetos musicales, una relación muchas veces desconocida

  • Los niños, desde pequeños, se sienten atraídos por todo lo que sucede a su alrededor, desde los distintos objetos, colores y sonidos.

  • Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid ha desvelado la importancia de los objetos musicales y de la música en esos años de crecimiento.

Cuando tenemos un niño pequeño vamos dándonos cuenta que, a medida que pasa el tiempo, más se va interesando por todo lo que sucede a su alrededor. El pequeño se fija en los pequeños detalles, le llaman la atención distintos colores y los sonidos más peculiares. También, sabrá cuándo sus padres están cerca y reconocerá la voz de la madre por encima de todas. Además, pronto comenzará a interactuar, a querer agarrar diversos objetos, como sus juguetes. Por eso, se convierten en parte de su día a día y ocupan un lugar clave en la comunicación con sus padres. Así, el entorno cambiará y se volverá significativo para él. Por eso, la música será algo, también, muy especial para el bebé, desde que está en la tripa de su madre.

El estudio de la Universidad Autónoma de Madrid

Desde los dos meses de edad, los pequeños comienzan a comprender y reaccionan a las propuestas de interacción del adulto, cuando estas incluyen distintos componentes musicales, como un ritmo muy marcado, pausas regulares o vocalizaciones melódicas, a los que los niños y las niñas prestan cierta atención y responden de una manera activa. El pasado mes de marzo, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, publicaron un estudio donde hablaban de los bebés y su relación con los objetos musicales. En el mismo, observaron resultados significativos entre el uso de objetos, la complejidad de la organización musical y la estructuración de las interacciones entre el bebé y el adulto desde el inicio de la vida.

La entidad pública ha explicado que esto podría contribuir a mejorar las prácticas parentales, especialmente a aquellas que se relacionan con una buena relación entre el niño y los padres. Cabe destacar que, todavía, el equipo de investigación sigue con sus pesquisas y desarrollando esta línea de investigación ampliando el contexto hasta la educación infantil, de los cero a los tres años. Esto podrá hacer que la educación que se proporciona en los colegios sea de mayor calidad y que se pueda adaptar, mucho mejor, a los deseos y las necesidades de los niños. Además, también se mejorará la calidad de los procesos pedagógicos en esta etapa tan importante para pequeños y padres.

Favorece el desarrollo cognitivo y comunicativo del niño

El trabajo realizado por la Universidad Autónoma de Madrid muestra que la estructura musical de dichos intercambios puede presentar diversos grados de organización y que lo complejo de las dinámicas interactivo-musicales favorecen el desarrollo cognitivo y comunicativo del niño. La música siempre se ha considerado que goza de un papel fundamental para el desarrollo comunicativo y cognitivo de los niños. Aún así, los estudios se centran en describir y analizar la organización musical de las interacciones didácticas. Por eso, como ya hemos comentado, los objetos se convierten en parte del día a día de los niños.

El estudio realizado por la universidad pública demuestra la importancia de la música en las primeras dinámicas de comunicación y cómo esta favorece el desarrollo cognitivo del niño. La alternancia comunicativa entre la madre y el bebé se organiza, frecuentemente, en torno a los objetos, poniendo de manifiesto aquellos que forman parte de una red de conocimiento compartido. “Resulta especialmente relevante analizar este tipo de comportamientos mediante observaciones naturales para preservar el contexto cotidiano y familiar en el que los intercambios suelen tener lugar. Dimos a los padres una maraca ligera y de pequeñas dimensiones para promover la interacción. No obstante, no les dimos ninguna instrucción en relación con cómo usar el objeto”, explican los investigadores de la UAM. "Entre ellos, destaca cómo la madre construyó una clara estructura rítmica y métrica, lo que permitió una organización musical cada vez más compleja a lo largo de las diferentes secuencias. El adulto agregó poco a poco nuevos componentes musicales, reestructurando las propuestas iniciales de distinta manera y alternando los recursos interactivos", añaden.

Este trabajo se vale de un novedoso análisis mixto y microgenético de vídeo para poder identificar aquellos posibles componentes musicales de los intercambios comunicativos. “Codificamos las acciones observadas en el niño y su madre mediante el software de acceso libre ELAN, lo que permitió analizar cómo se organizan y varían poco a poco esos componentes musicales en el contexto de la interacción. Así, identificamos cinco secuencias interactivas, que se transcribieron a notación musical y se procesaron para examinar en profundidad diferentes parámetros musicales a partir del audio del vídeo”, aseguran los autores.

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