Parto de nalgas: cuándo es posible llevarlo a cabo y qué riesgos tiene

  • Si el bebé viene de nalgas, habrá que tener especial atención en el momento del parto, ya que no podrá ser un parto natural vaginal.

  • En este caso, lo mejor será que el especialista decida cómo tiene que venir el pequeño al mundo y lo más normal es que se realice una cesárea.

En el momento de dar a luz, hay muchos factores que pueden preocupar a la madre. Uno de ellos es la posición del bebé, que puede provocar ciertos nervios. Es muy posible que en las últimas ecografías que se realiza la madre se vea cómo está colocado el bebé, pero, eso sí, todo puede cambiar en el último minuto. El bebé puede cambiar de postura en cualquier momento, algo que podrá complicar el momento del alumbramiento. Lo cierto es que la mejor posición del bebé, dentro del útero, será la de estar con la cabeza boca abajo. Esta posición hará que sea más fácil el momento del parto, así como más seguro para el bebé el hecho de atravesar la vía del parto.

Tipos de posición de nalgas

En las últimas semanas de embarazo, será el especialista quien observe a la mujer embarazada y evalúe cuál será la mejor opción para el parto. Si la posición del pequeño no es la normal, es posible que se necesite alguna ayuda extra o cambiar el plan de parto. Por eso, lo mejor será realizar una ecografía que mostrará si el bebé se encuentra de nalgas o en una posición correcta. En el caso de que no sea así, habrá que buscar una opción b de alumbramiento. Cuando el bebé se encuentra de nalgas es porque el cuerpo de pequeño está hacia abajo. Aún así, hay cuatro tipos de posición de nalgas, como la posición de nalgas completa. Esta posición significa que el bebé viene de nalgas primero y con las rodillas flexionadas. También, nos podemos encontrar con una posición de nalgas franca y se produce cuando las piernas del bebé se estiran hacia arriba, con los pies cerca de la cabeza.

De la misma manera, se puede producir la posición podálica, que se produce cuando una pierna que está más abajo del cuello uterino de la madre. Tendrás más posibilidades de tener al bebé de nalgas si tienes un parto prematuro, un parto con una forma anormal o demasiado líquido amniótico, si tienes más de un bebé en la matriz o si se tiene placenta previa. Esto se produce cuando la placenta se encuentra en la parte inferior de la pared uterina, bloqueando el cuello del útero. Si después de 36 semanas de gestación, el especialista observa que el bebé no está con la cabeza hacia abajo, este tendrá que explicarte las opciones que tienes de cara a la bienvenida del pequeño. También, te informarán de todos los riesgos.

Cómo cambiar la posición del bebé

El médico puede sugerirte intentar guiar al pequeño hacia la posición correcta. Esto se conoce como versión externa e implica hacer cierta presión en el vientre mientras se observa al bebé mediante una ecografía. Eso sí, la presión puede causar cierta molestia en la madre, que notará cómo le oprimen levemente la barriga. También, antes de realizar esta presión, se puede recetar un medicamento que ayude a relajar los músculos del útero. Además, también el especialista tendrá que realizar una ecografía para saber dónde se encuentra exactamente la placenta y el bebé, ejercerá presión sobre su abdomen para hacer cambiar la posición del bebé y que se monitoree el ritmo cardiaco del pequeño. El éxito será mayor si esto se realiza entre la semana 35 y la 37, debido a que el bebé será más pequeño y habrá más líquido alrededor. Eso sí, esta versión externa no podrá realizarse una vez que se haya iniciado el alumbramiento.

Entonces, ¿podré parir de forma natural?

Los riesgos relacionados con este procedimiento son muy bajos y en pocas ocasiones puede conducir a una cesárea de urgencia. Eso sí, habrá que realizarla si parte de la placenta se desprende del revestimiento del útero y si el ritmo cardiaco del bebé baja demasiado, lo que puede hacer que el cordón umbilical está fuertemente envuelto a su alrededor. La mayoría de bebés que permanecen en esta posición de nalgas, después de intentar cambiarle de posición, se sacará por cesárea. Hoy en día, en la mayoría de ocasiones, no se suele realizar un parto natural vaginal si el bebé viene de nalgas. El mayor peligro vendrá con la cabeza del bebé, ya que será la parte más grande y delicada y la última en salir. Además, puede ser que la pelvis de la madre no sea lo suficientemente grande para que el niño salga de forma fácil. También, el cordón umbilical puede resultar dañado o bloqueado. Si se plantea una cesárea, lo más probable será que no se programe antes de la semana 39.

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