No tienen cuerpo, no son ni representan a nadie que exista, no te los vas a encontrar jamás en el evento de turno. Pero, como si de un Sim se tratase, alguien los ha puesto ahí (concretamente, Brud, una 'startup' de tecnología con sede en Los Ángeles que se especializa en inteligencia artificial y robótica) para marcar tendencia y suscribir productos. Sí, todo da bastante miedo.
Sus creaciones son Miquela Sousa (@LilMiquela) y Ronald Blawko (@blawko22) que, por cierto, son hermanos. Miquela es la que se comporta de manera más cercana a la clásica 'influencer'. Tiene más de un millón de seguidores y según su perfil, tiene 19 años y es de origen brasileño-americano y está comprometida con las causas Black Lives Matter y LGTBIQ.
· Estilismos cuidadísimos
Con un estilo muy californiano, ha colaborado con marcas como Cherry Los Ángeles, Kenzo, Chanel o Proenza Schouler. Y ha protagonizado reportajes para revistas. Igual que haría cualquier otro 'influencer', posa con las prendas y etiqueta a las marcas. Los comentarios tipo "me gusta tu outfit" no se hacen esperar.
· ... Y una vida más allá de ellos
No solo su imagen creada por ordenador aparece luciendo esta ropa, Miquela hace más cosas. Es cantante pop y, aunque de momento no puedas verla actuar, sí puedes escuchar sus singles en Spotify: 'Not Mine' y el "explícito", según indica la plataforma, 'You Should Be Alone'. El primero se coló en la lista de éxitos virales de Spotify en 2017.
Como cualquier 'instagrammer' que se precie: le da vida (literal) a sus Stories. Además de vídeos en eventos (¿quién los grabará?) y 'selfies', los usa por supuesto para enseñar y promocionar los productos que le mandan, generalmente ropa.
También queda con gente. Cómo o quién posa por ella es una incgónita, pero en su cuenta es habitual verla posar con algunas personas que, esas sí, son de carne y hueso.
· Primeras rivalidades: ¿protagonistas del nuevo corazón?
Además de estos dos 'hermanos', existe otro proyecto/influencer digital de nombre Bermuda (@bermudaisbae), que se dio a conocer hace poco tras 'hackear' la cuenta de la propia Miquela (es imposible a estas alturas saber si fue 'hackeo' real o es parte de la estrategia de los creadores de ambas). Es su antítesis: defensora de Trump y poco amiga de cuidar sus estilismos. Casi siempre aparece con camisetas básicas y muy parecidas.