Lo que pretendía ser una prueba divertida, se convirtió en un infierno para Esther que estuvo a punto de abandonar el programa. La murciana y Javier tenían que bailar con tacones bajo las órdenes de Lola González. “No me estoy sintiendo cómoda con lo que estoy haciendo y encima no se está valorando. Subirme a un tacón a mí me cuesta porque yo no llevo… para que no se valore lo que hago, lo dejo, no sigo”, aseguraba Esther entre lágrimas.