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Son muchas las personas que tienen al café de la mañana como un imprescindible en sus rutinas diarias y, es verdad, que cuando nos acostumbramos a tomarlo cada día, se torna complicado desprenderse de esta costumbre. Por eso, debemos saber que el café tiene cafeína, un componente que, en exceso, no será nada recomendable para nuestro organismo.
La gran pregunta sería la siguiente: ¿qué cantidad de cafeína será excesiva? La respuesta es clara: no habrá que exceder los 400 mg al día. Es decir, esta cantidad equivale a cuatro tazas de café, diez latas de coca cola o dos bebidas energéticas. La recomendación, como hemos comentado es no exceder esta cantidad, pero la mayoría de los especialistas apuntan a que tampoco deberíamos acercarnos a esta cifra, ya que no es recomendable para nuestro organismo.
Además, debemos saber que la cafeína no será nada recomendada para los más pequeños ni tampoco para las mujeres embarazadas. Así, si nos excedemos en su consumo podremos sufrir diversas consecuencias como dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, taquicardia y temblores musculares. También, debes saber que algunas personas serán más sensibles que otras a la cafeína. Por tanto, será muy importante saber cómo reacciona tu cuerpo para saber si es recomendable tomar este tipo de producto o no. Es por eso que las personas que no toman cafeína regularmente tienden a ser más sensibles a sus efectos.
Como ya hemos comentado, la cafeína, incluso por la mañana, puede interferir en el sueño. Aunque sea en pequeñas cantidades, la pérdida de sueño podrá ser una realidad y alterará tu rendimiento durante el día. También, deberás saber que si estás tomando algún medicamento, la combinación de ambos podrá hacer que tampoco concilies el sueño.
Por tanto, en el caso de que observes que la cafeína no te sienta bien, siempre podrás disminuir o eliminar su consumo. Eso sí, una disminución abrupta podrá producir síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad o dificultad para concentrarse en las distintas tareas, aunque de forma general, estos síntomas serán especialmente leves.
En el caso de que estés decidida a dejar la cafeína siempre podrás hacerlo de forma progresiva, consumir café descafeinado o sustituirlo por otro tipo de bebida. Sí que es cierto que si el café forma parte de rutina, lo más normal es que no tengas ningún problema ni ningún tipo de adición.