Pasarán muchos años para que Miguel Ángel Silvestre deje de ser el Duque. El actor ha adoptado el nombre del personaje que le catapultó a la fama y gracias al que le conocimos en ‘Sin tetas no hay paraíso’. Pero en la vida real, su papel solo le trajo alegrías. Premios, entre los que destaca el Ondas al mejor actor de ficción internacional, y dos Fotogramas de Plata, uno a mejor actor de televisión y otro al actor más buscado en la red. Este galán de voz quebrada las volvía a todas locas. Su éxito le obligó a ir con hasta ocho guardaespaldas por la calle. “De la noche a la mañana, hay cosas que han cambiado, pero yo intento que me afecten lo menos posible. Para eso es necesario que alguien me baje, porque si no me volvería loco”, nos explica antes de su gran regreso a Divinity. A día de hoy, Miguel Ángel se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera. Se convirtió en chico Almodóvar con ‘Los amantes pasajeros’ y ya ha dado el salto a Estados Unidos, consiguiendo que el papel de chico malo le persiga hasta Hollywood.