Tragedias Reales
Sin salir de España y también con la nieve como escenario de fondo, encontramos la trágica muerte de Alfonso de Borbón y Dampierre (primo de Juan Carlos I), el 30 de enero de 1989. El Duque de Cádiz perdía la vida aquel día tras golpearse en el cuello contra un cable tendido sobre una pista de esquí de Colorado, Estados Unidos. Su historia, además, estaba ya marcada por la tragedia desde que unos años antes, en 1984, sufriera un terrible accidente de tráfico en Navarra en el que su hijo mayor, Francisco de Asís, perdería la vida.Tragedias Reales
Otro Alfonso de Borbón, esta vez de Battenberg, perdía la vida también de forma accidental y también en Estados Unidos. Era el año 1938, en plena Guerra Civil, cuando el que fuera heredero a la Corona de España hasta su renuncia en 1933 sufría un accidente de tráfico en Miami. El vehículo se salió de la calzada y chocó contra una cabina de teléfono. El accidente no habría tenido consecuencias demasiado graves de no haber sido por la hemofilia que padecía el príncipe, la cual impidió que se pudiera cortar a tiempo una hemorragia interna producida en el choque y que fue la verdadera causante de su muerte.Tragedias Reales
Con él se completa lo que podríamos denominar la maldición de los “Alfonso de Borbón”. Con él son tres los miembros de la Familia Real Española que, bautizados bajo el mismo nombre, murieron en trágicos accidentes durante el siglo XX. Hermano menor de Juan Carlos I, Alfonso de Borbón y Borbón-Dos Sicilias murió a la temprana edad de 14 años cuando los dos hermanos jugaban con un revólver y accidentalmente éste se le disparó al que después acabaría siendo Rey de España.Tragedias Reales
Fuera ya de nuestras fronteras, la última gran tragedia en Europa fue la muerte de Diana de Gales, en agosto de 1997, cuando el coche en el que viajaba se estrelló en un túnel de París mientras trataba de huir de los papparazzi. La muerte de la madre del heredero a la Corona de Inglaterra supuso un mazazo en la sociedad británica de tal calado que la Familia Real se vio obligada a celebrar una ceremonia con tintes de funeral de estado. Tras divorciarse del heredero, Carlos de Inglaterra, Lady Di sólo conservó el título de Princesa de Gales, pero no el resto de derechos ni tampoco el tratamiento de Alteza Real. En palabras de un portavoz de la Casa Real, se organizó “un funeral único, para una persona única”. Junto a ella, también murieron su compañero sentimental, Dodi Al-Fayed, y el conductor del coche.Tragedias Reales
Si la muerte de Lady Di supuso un gran impacto en toda la sociedad europea, no lo fue menos el accidente de tráfico que le costó la vida a la Princesa Gracia de Mónaco en 1982. La esposa de Rainiero III, que jamás logró superar su muerte, fallecía en Mónaco tras salirse su vehículo de la carretera. Casualmente, la misma en la que años atrás, durante su carrera como actriz de Hollywood, rodara junto a Cary Grant la película “Atrapa a un ladrón”. La muerte de Grace Kelly sumió a su marido en una profunda depresión y sirvió para engordar la llamada ‘maldición de los Grimaldi’, una familia en la que, desde la Edad Media, se han sucedido a lo largo de la historia diversos capítulos de trágicos accidentes y misteriosos asesinatos. En 1990, durante una competición de navegación, el marido de Carolina de Mónaco –hija de Grace Kelly y Rainiero III-, moría ahogado después de que su nave fuera volcada violentamente por una ola.Tragedias Reales
Al de Diana de Gales y Gracia de Mónaco, hay que sumar una tercera muerte por accidente de tráfico entre las princesas europeas del siglo XX. Astrid de Suecia, casada con Leopoldo Leopoldo III de Bélgica y, por tanto, reina consorte de ese país europeo, moría en 1935, cuando el coche en el que ambos viajaban se salía de una carretera belga para terminar estrellándose contra un árbol.Tragedias Reales
No faltan tampoco las historias de trágicas muertes y rocambolescos accidentes entre las familias aristocráticas más allá de las fronteras de Europa. La más reciente, el suicidio hace poco más de un año (4 de enero de 2011), de Ali Reza Pahlevi en su residencia de Boston. Ali era el hijo menor de la reina Farah Diba y de Mohammead Reza Pahlevi, quien fuera último Sha de Persia (Irán), hasta que fue depuesto del poder y obligado al exilio en 1979 por la Revolución de los Ayatolá. Diez años antes (2001), otra hija del Sha, Leila, moría en Londres a consecuencia de la ingesta de cocaína y barbitúricos.Tragedias Reales
Uno de los capítulos más siniestros de los últimos años en lo que a Familias Reales se refiere, lo protagonizó Dipendra de Nepal, que llegó a ser rey del país asiático durante sólo tres días. El 1 de junio de 2001, en el transcurso de una cena de estado, el príncipe la emprendió a tiros contra su familia, matando a sus padres y a otros seis miembros de la Familia Real, tras una discusión por su reciente boda secreta con una mujer de 22 años, Devyani Rama. Tras la masacre, el propio Dipendra de Nepal se hirió mortalmente al intentar suicidarse. Finalmente, y tras un cortísimo reinado de tres días, moría el 4 de junio de 2001.Tragedias Reales
Aunque no pertenezcan a la realeza de ningún país, nadie puede dudar que los Kennedy son una de las dinastías políticas más importantes de Estados Unidos, y quizá una de las familias aristocráticas más castigadas por la tragedia en el siglo XX. Hasta nueve hijos tuvieron Joseph P. Kennedy y Rose Fitzgerald Kennedy, de los que dos murieron en diferentes accidentes de avión –Joseph (1944) y Kathleen (1948)-, y otros dos fueron asesinados, John Fitzerald y Robert, cuando eran Presidente y Senador de Estados Unidos, respectivamente. Especialmente trágicas, por su repercusión histórica, fueron estas dos últimas muertes. La primera, en Dallas en 1963, se ha convertido en el magnicidio más impactante del siglo XX, por producirse en el autodenominado ‘país más libre del mundo’ y por existir un sin fin de imágenes del momento. Una instantánea que residirá para siempre en la retina de la Historia contemporánea. A la muerte de JFK le sucedió cinco años más tarde la de su hermano Robert, en Los Ángeles, asesinado cuando se acababa de convertir en candidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos. Posteriormente, en 1999, uno de los hijos de JFK, John Fitzerlad Kennedy Jr., perdía la vida junto a su mujer en una nueva tragedia aérea, al estrellarse su avioneta en el Océano Atlántico. Dos años antes, en 1997, su primo Michael Kennedy, hijo del asesinado Senador, perdía la vida en un accidente de esquí en Aspen, Colorado. En total, seis muertes en el seno de la familia entre accidentes de avión, de esquí y asesinatos, en apenas medio siglo.