Mar Saura: "Era mucho más coqueta antes"

GEMA PIÑEIRO 16/02/2011 15:21

Mar Saura ha sido la gran sorpresa de la nueva serie de Telecinco 'Ángel o Demonio'. Y es que, después de verla en 'Escenas de Matrimonio', muy pocos se imaginaban a la catalana en un papel tan potente como el de Alexia, un ángel caído por culpa de un amor truncado y no superado. Nada que ver con la historia de la Mar real.

La propia actriz cuenta que tuvo que ir a las Américas para tener papeles mejores. Fue en México en donde le ofrecieron "un personaje de los de verdad", como protagonista en una serie. Pero ahora llega para quedarse al menos un tiempo, y para demostrar al público español que es una mujer polifacética capaz de presentar un programa de televisión, ser la imagen de una firma o actuar con excelente nivel y credibilidad.

Pletórica y muy ilusionada con su nuevo trabajo, a Mar se la ilumina el rostro cada vez que habla de su personaje y de su presente y futuro como actriz. Dice que hay que tener suerte para llegar al éxito, pero en seguida sale a relucir la mujer curranta que insiste en quitarle importancia al plus de su belleza.

Además Mar se ha convertido en una excelente representante en el panorama internacional. La actriz se siente especialmente orgullosa de haber sido la primera española en presentar un premio Emmy. En la gala de 2009, la que más le impresionó fue la inigualable Glenn Close, por su belleza, piel y por mantener la ilusión viva al recoger un premio más.

Durante la entrevista descubrimos a una Mar divina, con una belleza natural de ésas que ya no se estila. Casi 19 años después de presentarse al Certamen de Miss España como Miss Barcelona, Mar no es la misma de entonces. Aunque sigue cuidándose, reconoce que no hace grandes esfuerzos, pues si le apetece chocolate se lo come.

Casada con el abogado del Estado y ex jinete olímpico Javier Revuelta del Peral y madre de Claudia una niña de cinco años, esquiva con el clásico "tú pregúntame lo que quieras que yo te contestaré lo que me dé la gana" las cuestiones relacionadas con su matrimonio. Está claro que no tiene intención de hablar de Javier y se limita a repetir un discurso feminista: "¿Cómo no voy a cumplir mis sueños profesionales? Estamos en el siglo XXI, claro que mi marido acepta mis idas y venidas por trabajo". No hace falta que lo diga para que a nadie se le escape que un matrimonio 'a distancia' tiene que sostenerse en una base muy estable, sólida y de confianza mutua.

De lo que sí habla es de su hija, Claudia. A Mar se le escapa una sonrisa al hablar de ella y contar que todavía se sorprende cuando ve a su madre en casa y al mismo tiempo en la televisión: "Ahh, mamá, pero ¿cómo puedes estar ahí si estás aquí?" "Querida niña es la magia endemoniada de la televisión", cuenta. "