Una cena en Copenhague en honor a la reina Margarita nos ha regalado este momentazo que a punto ha estado de crear una crisis institucional. Pentti Arajärvi, marido de la presidenta de Finlandia, quedaba hipnotizado con un punto concreto de la geografía de la princesa Mary de Dinamarca, con elegante vestido negro y escote en pico. Si ya es embarazoso que te pille la protagonista, más lo es que las cámaras te pillen la pillada. La mano de ella pasó a tapárselo discretamente.
A pesar de lo delicado del asunto, no será ni el primero ni el último que cae en fijar demasiado la mirada. Que se lo digan a otra grande de los escotes, que cayó en su propia trampa, aunque con ánimo más indignado que sexual: