Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.
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Amy... antes de que todo empezara
Desde que era bien pequeña, a Amy sus padres le inculcaron el jazz y el soul. Mitchell, su padre, le cantaba el repertorio de Frank Sinatra cuando era una cría. Pese a todo, los inicios de Winehouse en la música fueron con el rap a los diez años. También era hija de su tiempo. Su grupo se llamó Sweet´n´Sour. A los 13 años empuñó su primera guitarra y empezó a escribir sus propias canciones, un hábito que nunca abandonó, muy al contrario que otras estrellas del pop que cuentan con los mejores compositores del mundo a su servicio. Amy no, ella se cocinaba su repertorio. Como tampoco le abandonó nunca un carácter explosivo. La expulsaron de varios colegios por revoltosa, por cantar las canciones de Frank Sinatra en mitad de la lección. Hasta la echaron de un centro por hacerse un piercing. Refractaria a la autoridad, su único objetivo en la vida fue cantar. Logró hacerlo, fascinó a todos cuantos quisieron escucharla y debutó con un disco cuyo nombre no podía ser otro que 'Frank'. Aquel día comenzó su leyenda, pero no cambió su personalidad.