¡La he cagado ante un millón de fans! Manual de crisis para famosos twitteros

divinity.es 01/02/2011 19:13

Ponte en los rizos de David Bisbal por un instante. Te levantas en Miami como quien se levanta en Almería, te pones un desayuno y enciendes la tele. Ves en el telediario imágenes de Egipto y comentas con Elena “Ay chiquilla qué penita ver así de solas las pirámides”. En un instante piensas en un mensaje para tu millón de fans en Twitter y compruebas que reúne las condiciones necesarias para ser publicado (es solidario, viajado, bienintencionado, esperanzado, de buen rollo). Coges el móvil y lo publicas.

Todavía no lo sabes, pero la has cagado. La has cagado tanto que tu mensaje lo empiezan a retuitear por miles, se crea un hashtag para reírse de ti y tiene tanto éxito que acaba saliendo en los telediarios. En sólo doce horas, miles de personas se están cachondeando de algo que pusiste en un minuto en la Blackberry. Es lo que le ocurrió ayer al triunfito con el hashtag #turismobisbal, pero podía haberle ocurrido a cualquier famoso. De hecho, ya le ha ocurrido a un montón de famosos.

Y aunque todos la acaben cagando, eso no quiere decir que todos reaccionen igual. Unos lo empeoran y otros consiguen levantar su reputación. Al fin y al cabo, eso de tener contacto directo con los fans y los anti-fans es cosa de hace dos días y no están muy acostumbrados.

Estas son las distintas opciones:

1) Hacer un Bisbal. Arrepentirse.

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Descripción: Te das cuenta de la que has montado y publicas un mensaje metiéndote con la gente que se ha cachondeado de ti. Luego te arrepientes y borras ese mensaje y el anterior, el de la polémica, como si miles de personas no lo hubieran visto ya.

- Puntuación de la estrategia: 0. Sólo consigues que parezca que no tienes sentido del humor y animas a la gente a seguir riéndose.

2) Hacer un Calamaro. Irse de un portazo.

- Descripción: Publicas en tu blog un post en el que dices cosas como “fuck you Twitter”, que los twitteros son un “rebaño de boludos con BlackBerry”, unos “pichaflojas” y unos “subnormales generadores de concepto light” y que “140 caracteres pueden metérselos profundo en el medio del ojete”. Los pichaflojas inmediatamente cargan contra ti y tu te largas de un portazo gritando y cerrando la cuenta en Twitter.

- Puntuación de la estrategia: 2. Es estúpido perder un canal de comunicación con los fans que cuesta tanto crear. Eso sí, cultivas la imagen de malote que te interesa.

3) Hacer un Reverte. Unirse a la fiesta.

- Descripción: se te calienta la boca un día y te pasas de frenada. Dices de un ex ministro que “ni para irse tuvo huevos” como si estuvieras tomando copas con los colegas. Sales en la tele porque además de un poco bocazas eres un escritor famoso y miembro de la Academia de la Lengua. Cuando ves a los usuarios de Twitter riéndose de tu hombría, te unes a ellos y te ríes de ti mismo.

- Puntuación de la estrategia: 9. Ganas followers por tu sentido del humor, te lo pasas bien y le pega a tu imagen de escritor un poco canalla.

4) Hacer un De la Iglesia. Pasarse al enemigo.

- Descripción de la estrategia: te enganchas a Twitter y lo usas para tu trabajo, que consiste en formarte una opinión sobre la Ley Sinde (eres, además de un gran director de cine, presidente de la Academia de Cine). Te convencen de algunas cosas y se las dices a la tal Sinde. Como no te toman en cuenta, dimites vía Twitter.

- Puntuación de la estrategia: 10. Los que al principio te odian por tu trabajo como presidente de la Academia acaban comiendo a tus pies, pidiendo que seas Ministro de Cultura y cambiando sus avatares en tu apoyo.

5) Hacer un Vigalondo. Inmolarse.

- Descripción: te enganchas a Twitter y lo usas para decir tus cosas, porque aunque eres una de las grandes esperanzas del cine español, quieres conservar tu libertad para decir chorradas en público. Haces un chiste sobre el Holocausto un viernes noche. Hay gente que no entiende la ironía ni el humor negro y te ponen verde. Tu los retwitteas ante el descojone de tus followers y el odio de los que no lo pillan. Luego te defiendes en tu blog.

- Puntuación de la estrategia: 6. Tuvo gracia, pero los que no pillan los chistes de nazis también van al cine.

6) Hacer un Alejandro Sanz. Nombrar a los niños de África.

- Descripción: a pesar de la clara oposición de todo el Twitter hispanohablante, defiendes la Ley Sinde contra las descargas. Si los políticos negocian, los llamas cobardes a pesar de tus problemas por no pagar impuestos en España. Te haces la víctima a pesar de que eres multimillonario. Cuando todo se pone feo, recurres a los niños de África.

- Puntuación de la estrategia: -10. Las malas lenguas ya te llaman “el nuevo Ramoncín” por tus opiniones personales. Y eso (que te relacionen con Ramoncín) es lo peor que le puede pasar a un músico.

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