Esto es una cleptómana que se mete con un borracho...

CARLOS OTERO 16/12/2010 18:13

La actriz, que aparece diez minutos en 'Cisne Negro' (Black Swan), la película que podría perfilarse como la favorita para los próximos Oscar, ha concedido una entrevista en la que no se corta un pelo. La ex cleptómana favorita de Hollywood desde 'Marnie la Ladrona' tacha al actor de homófobo y antisemita. Nada que no supiéramos de él.

Winona Ryder vuelve a la actualidad en forma de escándalo. Como si fuera una folclórica en horas bajas hablando de compañeras sobre anécdotas pasadas hace décadas, Winona ha hecho lo propio hablando de Mel Gibson. Eso sí, en versión 'fashion', porque ha utilizado como medio la versión estadounidense de la revista GQ y no una tertulia de sobremesa.

“Recuedo que hace 15 años estaba en una de esos fiestones de Hollywood y le hizo una broma muy pesada a un amigo mío que era gay”, recuerda apesadumbrada la ex novia de Jonnhy Depp, Matt Damon y el cantante de Jamiroquai. “En esa misma fiesta se enteró de que yo era judía e hizo una broma sobre los crematorios”, prosigue la actriz en su testimonio. Winona subraya que en aquel momento ya declaró de forma visionaria que el alcohólico actor era “homófobo y antisemita” y nadie la creyó.

El pequeño papel de Winona en 'Cisne Negro' supone la vuelta de la actriz a películas de primera línea. En la cinta cuenta con un pequeño papel en el que interpreta a una bailarina ya entrada en años que es reemplazada por el personaje de Natalie Portman. Sin duda un espejo de la vida real de la actriz. “Ser reemplazada en Hollywood es una cosa que ocurre, es difícil encontrar buenos papeles y de repente aparecen nuevas actrices, yo estoy en esa edad complicada”, se excusa la actriz en la entrevista de GQ.

La edad no ha sido el único escollo que ha tenido Winona Ryder en su carrera. Su fulgurante trayectoria cinematográfica no se ha recuperado tras el incidente del robo. La actriz fue acusada en el año 2001 de llevarse sin pasar por caja hasta 5.500 dólares de una tienda de lujo de Beverly Hills. Un año después fue sentenciada a tres años de libertad condicional y a una cuantiosa multa. Durante el juicio, tras negar el robo, Ryder admitió su culpabilidad arguyendo que 'el director de mi próxima película me pidió que robase para preparar el papel'. En aquella época también se la acuso de tener problemas con las drogas.

Seis años después, en 2007, la actriz declaró a la revista Vogue que no se sintió culpable "porque no hice daño a nadie". En aquel momento también señaló las causas que podrían haberle llevado a aquello. "Un par de meses antes me rompí el brazo en dos partes distintas y el médico, una especie de curandero, me dio un montón de cosas que al principio tomaba para superar el dolor. Y luego pasé por un período en el que no sabía si tenía dolor, pero ingería las cosas", afirmó.