Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.
Dani Alves, vacaciones con retraso
Después del fracaso estrepitoso de su selección en la Copa América, título que se ha llevado un personaje tan Divinity como es Forlán, a Dani Alves le tocaban unos días de reposo. Ha elegido Ibiza como tantos otros compañeros, su hermano de la defensa Puyol, por ejemplo . Y lo ha hecho en compañía de su esposa e hijos. El sentimiento familiar no es ninguna broma en este brasileño. Lleva tatuado el nombre de sus hijos en el pecho y su meta vital es servirles de referencia. Pasa tanto tiempo con ellos que en alguna ocasión ha reconocido que se cansa más en su compañía que corriendo la banda derecha en el Nou Camp. Sobre su mujer, lo más gracioso es que no le gusta el fútbol. Alves lo contó en una entrevista en Playboy. Dijo que prefería leer a ver partidos ¿aún queda gente así? Parece que sí. Se llama Dinara, el futbolista la lleva tatuada en el brazo. La conoció en Salvador de Bahía cuando tenía 18 años y es una de las mujeres de su vida, la otra, por supuesto, su madre, a la que lleva tatuada en la espalda. Menudo cuadro humano.