Rubísima, exuberante, espontánea y desnuda, Marilyn Monroe, cincuenta años después de su muerte, vuelve a ser chica de portada. En esta ocasión, y como homenaje a la actriz en el aniversario de su fallecimiento, la edición norteamericana de ‘Vanity Fair’ saca para junio a la luz unas imágenes inéditas del fotógrafo Lawrence Schiller, y que muestran a Marilyn posando con una sonrisa amplia y sin nada de ropa.
En la primera imagen que, a modo de avance, la revista muestra del reportaje, Marilyn Monroe aparece recién salida del agua, todavía mojada, y sin más que una toalla con la que se cubre parcialmente. Schiller, que adjunta las impresiones que él mismo recuerda de sus sesiones con la rubia de oro, cuenta que ella, lejos de los focos y la prensa, era una mujer como cualquier otra que soñaba con ser madre, pero tenía miedo a enfrentarse a la experiencia, y que quería que la valorasen por algo más que por su figura.
El fotógrafo además relata que a la joven le comían los celos hacia Elizabeth Taylor, pues quería cobrar lo mismo que ella y copar tantos titulares como su compañera de profesión. Lo curioso del caso no es sólo que gracias al encanto de Monroe Schiller consiguió vender una de sus fotografías por 25.000 dólares, la mayor cantidad que hasta el momento la revista había pagado por un posado, sino que medio siglo después, redescubrir a la actriz en nuevas imágenes no tiene precio.