Jon Hamm, los retos de un cuarentón de éxito tardío

divinity.es 22/06/2011 10:48

Si te gusta Jon Hamm, Don Draper en Mad Men, estás de suerte porque con la promoción de dos películas y los premios que recibe la serie constantemente no para de dar entrevistas y estos días son una oportunidad inmejorable para conocerle en profundidad. De entrada, es interesante porque nos encontramos ante uno de esos casos de éxito tardío que el protagonista no acaba de asimilar o acostumbrarse a él y lo relativiza con mucho sentido del humor.

Por ejemplo, en su encuentro con la BBC, Jon se ha reído de su edad. Considera que los cuarenta años que tiene son "millones de años en Hollywood", para un actor supone ser "ridículamente viejo". Que se pone a ver Crepúsculo, "podría hacer de abuelo de los protagonistas", se mofa.

Jon es todo un cosecha del 71. Y al igual que Luis Tosar, en la edad lleva parte del encanto. Está más cerca de Clooney o Pierce Brosnan que de Ben Affleck (del 72), Mark Wahlberg (71), Matt Damon (70). Incluso parece más mayor que Keanu Reeves (del 64) o Johny Depp (63) que le sacan casi una década.

No en vano, su referente es Jeff Bridges, que empezó en el negocio barbilampiño y en 'True Grit', o en 'Crazy Heart', a sus sesenta años, ha interpretado personajes que incluso podían ser más viejos en la ficción. No obstante, con lo que se queda esencialmente de este actor es con su bis cómica. Sólo tocando tantos palos, de 'Tron' al 'Gran Lebowsky', puede ser considerado ahora un genio. Jon Hamm ya piensa en la vida después de Don Draper y que haya entrado por la puerta grande en el cine con comedias como 'La boda de mi mejor amiga' es porque quiere probar con todos los registros. Uno de los primeros reconocimientos que le llegó por su papel en Mad Men fue, precisamente, presentar un Saturday Night Live, un espacio que es al humor lo que la Meca a los musulmanes.

Y en esta película también se estrena como productor. Una faceta de la industria cinematográfica que le parece "como todas las cosas de este mundo que son una mierda, aterrador y emocionante al mismo tiempo". Pero lo que es profesionalmente, ya ha puesto otra 'pica en Flandes'.

El caso es que algo de lo trágico de su personaje en Mad Men está también en su personalidad. Don Draper no es feliz, aunque aparentemente lo tiene todo, pero un pasado desolador le persigue. Y Jon Hamm, dicho de forma resumida, también las ha pasado canutas. Según le cuenta al Guardian, de pequeño fue un infeliz porque sus padres se divorciaron en los años setenta y él no recuerda que ningún otro chico de la escuela tuviera a sus padres separados. Fue criado por su madre hasta que murió de cáncer cuando él sólo tenía 10 años. Entonces se fue a vivir con su padre, que falleció cuando él tenía 20. Su carrera como actor no fue mucho más bonita que su infancia y adolescencia. Fue rechazado sistemáticamente en cada casting. Su suerte no cambió hasta que el creador de Mad Men, Matthew Weiner, apostó por él en contra del criterio de la productora, que quería una estrella.

Y así nos lo agradece. Volviendo a su entrevista en la BBC, Jon ha dicho que no quiere que Mad Men se prolongue mucho. Tres temporadas más y fuera. Y dos días después de hacer estas declaraciones, ha salido a la luz que ha renovado por tres años más, de modo que la serie llegará hasta las siete temporadas.

Aunque la serie que se lo ha dado todo... y se lo sigue dando. El primer capítulo de la quinta temporada lo va a dirigir él. Actor de éxito en televisión y cine, productor y en breve también con tablas como realizador. El éxito le ha llegado tarde, pero él lo quiere todo y lo quiere ahora.